El grupo agroalimentario BonÀrea cerró el ejercicio de 2024 con una facturación de 2.680 millones de euros, un 1,5% menos que en 2023, y un resultado neto de 88,8 millones, lo que representa un incremento del 9,3% respecto al año anterior, según ha informado este martes la compañía. Los responsables del consorcio, con sede en Guissona, en Lleida, atribuyen este crecimiento a la ampliación de las ventas en el sector de alimentación humana (la empresa también tiene una rama dedicada a los piensos y la alimentación animal) y a la optimización de su modelo de integración vertical, es decir, a un sistema que va desde la granja, con la cría y engorde del ganado, hasta las tiendas de su propiedad, un proceso que realiza sin intermediarios.
Buena parte de ese crecimiento ha sido posible gracias al éxito que están teniendo productos como los huevos, la carne y los elaborados cárnicos y el pan y la pastelería que se comercializan en los 597 establecimientos que el grupo tiene en localidades de Catalunya, Aragón, La Rioja, Navarra y Andorra, además de en las provincias de Madrid, Guadalajara y Castellón. En marzo de 2025, la cifra de tiendas ha llegado ya a las 600.
Así, el área de alimentación humana, registró el año pasado un volumen comercializado de 469 millones de kilos y unas ventas totales de 1.530 millones de euros, un 5,74% más que en 2023. En las tiendas, BonÀrea se vendieron productos por valor de 1.236 millones de euros, un 4,6% más respecto al ejercicio anterior. Y el canal ‘food service’ creció un 20% en valor y un 14,5% en volumen.
Para el consejero delegado de BonÀrea Corporación, Ramon Alsina Corellana, la clave ha sido la consolidación del «modelo integrado único, que permite gestionar todo el proceso productivo, del campo a la mesa, para continuar ofreciendo productos de la máxima calidad al mejor precio». Alsina recuerda que se trata, en definitiva, de «un modelo arraigado en el mundo rural y basado en la proximidad, que aspiramos a continuar haciéndolo llegar a más hogares a través de un ambicioso plan de expansión comercial en todo el Estado».
Inversiones y puestos de trabajo
A lo largo del 2024, las inversiones ejecutadas por el grupo alimentario sumaron 117,1 millones de euros, una cifra similar a las de ejercicios anteriores y ligeramente por encima de la previsión inicial de 110 millones. En los últimos seis años, BonÀrea ha destinado más de 700 millones de euros a inversiones estratégicas. Las del año pasado se enfocaron, sobre todo, en la ampliación de la red comercial (con la apertura de 36 nuevos establecimientos) y la optimización de los procesos logísticos y productivos.
La empresa destaca, por ejemplo, el refuerzo de la capacidad y la eficiencia del centro alimentario ‘La Closa’ de Guissona y el desarrollo del complejo alimentario de más de 180 hectáreas que se está construyendo en Épila (Zaragoza), una infraestructura, esta última, a la que se destinan 65 millones de euros y que se considera «una pieza clave para poder extender el modelo BonÀrea a nuevas áreas geográficas del Estado», según la empresa.
La corporación creó 538 nuevos puestos de trabajo el año pasado, lo que supuso cerrar el ejercicio con una plantilla total de 6.418 trabajadores, un incremento del 9,1% respecto al año anterior. Además de los puestos de trabajo directos, el sistema de integración propio de BonÀrea se fundamenta en una red de 4.500 granjeros y agricultores, que constituyen la base de su modelo productivo.