Lo que comenzó como una forma peculiar de servir copas en redes sociales ha acabado convirtiéndose en una carrera de éxito. Cristian Ventura, conocido como «el camarero más viral de España», ha confesado cuánto ganaba en sus temporadas de trabajo en Mallorca. Lo ha hecho en una entrevista con el creador de contenido Mowlihawk, en la que ha repasado sus inicios, su disciplina laboral y cómo su paso por la isla marcó un antes y un después en su vida profesional.
Ventura se ha hecho popular en TikTok, Instagram y otras plataformas por su estilo inconfundible: bandeja en mano y una entrada triunfal acompañada siempre de su icónica frase “Con permiso, buenas tardes”. Su habilidad para servir bebidas mientras camina entre multitudes, cabalga a caballo, se sube a un camello o incluso vuela en parapente, le ha hecho cosechar millones de visualizaciones. Pero detrás de ese humor elegante, hay una historia de esfuerzo poco común.
En Mallorca para ganar dinero, no de vacaciones
Durante la entrevista, Ventura detalló cómo su experiencia trabajando en los chiringuitos de Mallorca fue fundamental para el despegue de su carrera. Lejos de las luces y el espectáculo, relata con franqueza que sus ingresos no llegaron por arte de magia: “Yo me voy a Mallorca, lo que trabajo allí son 8 o 9 meses y me traigo entre 14.000 y 15.000 euros”, explicó. Una cifra que sorprendió a su interlocutor, quien no dudó en exclamar que eso equivale a “más de dos temporadas a hierro”.
La clave, según Ventura, está en el sacrificio: “Yo en Mallorca descanso un día. Echaba todas las horas extra porque yo quería. Le dije a mi jefe: ‘Ponme todas las que puedas porque yo vengo aquí a ganar dinero’”. No era raro verle servir en la misma arena, con jornadas agotadoras bajo el sol balear, sin perder nunca su actitud profesional.
Vocación y formación: el cóctel del éxito
A lo largo de la charla, Ventura también quiso dejar claro que el oficio de camarero no es para cualquiera. “Tiene que gustarte, si no, no aguantas”, dijo. Además de trabajar, el camarero viral ha dedicado sus inviernos a formarse: cursos de hostelería, clases técnicas y todo lo necesario para profesionalizar aún más un talento que ya brillaba por sí solo. “He ido allí mis 7 u 8 meses, he juntado 15.000€ y me he venido para atrás. Después mi ‘parito’, mis estudios, mis formaciones…”, explicó en la entrevista.
Éxito en redes, pero con los pies en la arena
Aunque su popularidad en redes ha disparado su carrera y le ha permitido colaborar con marcas y campañas, Ventura insiste en que nadie regala nada. Para él, su éxito es fruto de aprovechar bien los momentos, pero también de no parar de trabajar.
Hoy, Cristian Ventura sigue subiendo vídeos que mezclan humor, elegancia y creatividad. Pero su historia en Mallorca demuestra que, antes del espectáculo, hubo esfuerzo, jornadas interminables y una firme decisión: convertir un oficio sacrificado en una marca personal.