Se veía venir. Antes o después, todos sabían que iba a pasar. En la sexta carrera de Lewis Hamilton con Ferrari, el piloto inglés protagonizó un tremendo enfado con múltiples mensajes por radio contra el equipo, primero pidiendo que su compañero le dejara pasar, y luego, quejándose de la decisión del conjunto de ordenarle que debía devolverle la plaza a Charles. Y todo ello, al volante de un Ferrari que sufrió contra los Williams, peleando tan solo por la 7ª posición. Otro desastre ferrarista que terminó con incendio por parte del 7 veces campeón.
El inglés, perdido aún con el coche rojo en clasificación, muy lejos de Leclerc, salía 12º, mientras que Charles lo hacía en la octava posición. Con una buena remontada, pudo dar caza a Leclerc, aprovechando que el monegasco estaba peleando por posición con Sainz. El británico superó al español cuando lo hizo Charles y se pegó a Leclerc. Ahí empezó el lío.
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«Esto no es trabajo en equipo»
Lewis Hamilton insinuó por radio que Charles debía entregarle posición porque el monegasco llevaba la rueda dura y debía tener mejor ritmo. «Estoy quemando mis ruedas detrás de él», dijo Hamilton a su ingeniero de pista, Riccardo Adami, que le negó dicha petición.
«¿Quieres que me quede aquí sentado durante toda la carrera?», exclamó Hamilton, muy enfadado.
«Queremos que te mantengas en el DRS con Charles. Continúa así», le respondieron en la vuelta 38. «Chicos…», respondió, tomándose un respiro para quejarse de nuevo: «Esto no es un buen trabajo de equipo, es todo lo que voy a decir».

Hamilton incendia Ferrari con un tremendo enfado y varios dardos contra el equipo: «¡Tómate un descanso para tomar un té!»
Hamilton estalla y Ferrari cede
Y finalmente, en la vuelta 39, tras varios giros perdiendo tiempo detrás de Charles, Ferrari le pidió a Leclerc que le entregara posición al 7 veces campeón. Eso sí, no sin otro mensaje de Hamilton previo en el que seguía encendido: «En China me quité de en medio». Su ingeniero quiso cortar esa queja respondiendo rápidamente con un «intercambiamos posiciones, intercambiamos». «¡Ah! ¡Tómate un descanso para tomar un té!», exclamó Hamilton antes de que Charles le entregara la 7ª posición.

Hamilton incendia Ferrari con un tremendo enfado y varios dardos contra el equipo: «¡Tómate un descanso para tomar un té!»
Le pidieron finalmente que le devolviera la plaza a Charles
«Necesito que Lewis vaya más rápido porque tengo aire sucio», dijo Leclerc justo después. Hamilton tenía a unos 5 segundos a Andrea Kimi Antonelli en el 6º lugar, demasiado lejos, aunque con neumático medio, mejor goma que la dura del italiano. Sin embargo, a falta de 5 giros, Hamilton estaba a 2″5 de Kimi. No le iba a alcanzar. Y entonces le pidieron a Lewis que le volviera a entregar la posición a Charles.
Hamilton hizo caso y volvió a la octava plaza, y su enfado seguía ahí. Cuando su ingeniero le avisaba que Carlos Sainz estaba cerca, el británico volvió a enviar otro dardo más a su equipo. «¿También queréis que lo deje pasar a él?», dijo irónicamente en relación a Carlos, en una clara queja por haberle pedido que le entregara de nuevo esa 7ª plaza a Leclerc.
Finalmente, Leclerc fue 7º y Hamilton, 8º, resultado insuficiente para un equipo que quería aspirar a luchar por el título con sus dos pilotos. Creían tener coche para ello, pero en estas primeras citas, ha quedado claro que están lejos de la cabeza. Lo que le faltaba a Ferrari era un lío así, con Lewis levantando la voz y dejando en evidencia al equipo ante todos por radio.