«¡La Lonja no se toca, la Lonja no se toca!». Ese es el grito que ha retumbado por todo el centro de la capital aragonesa en la jornada de este sábado soleado y lluvioso a partes iguales. Centenares de personas se han dado cita en la puerta principal de uno de los edificios más emblemáticos de Zaragoza, a escasos metros del ayuntamiento, para protestar contra la reforma planteada por el gobierno municipal que desde diferentes sectores de la ciudad se señala como «ilegal».
A las 18.00 horas exactas, en un gesto emotivo de unión y de apoyo al patrimonio arquitectónico de la ciudad, todos los presentes se colocaron uno al lado del otro rodenando el edificio para «abrazar» la Lonja en señal de protesta. Este acto fue organizado por la asociación Gozarte y la catedrática de la Universidad de Zaragoza, Carmen Gómez Urdáñez. «Si realmente creemos que la Lonja merece ser presentada para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, no se puede hacer lo que se plantea», ha declarado el gerente de Gozarte, Carlos Millán.
Hasta que la lluvia ha hecho acto de presencia a mitad de tarde, la Plaza del Pilar ha sido ocupada por una gran aglomeración de gente entre las que se encontraban mayores, pequeños, familias, parejas y grupos de amigos. «Solo queremos que esto sea como ocurre en Valencia o Palma. Pretendemos que la Lonja se deje diáfana, que se vea entera y que se destapen las ventanas», ha reivindicado a este diario una de las manifestantes.
Reforma polémica
La protesta pública ha mostrado su rotunda oposición al modelo proyectado por el ayuntamiento, cuyas reformas tendrían el objetivo de mantener la Lonja como un espacio expositivo. Para ello, se llevaría a cabo la instalación de cuatro ‘cajas’ de casi tres metros de altura en las cuatro esquinas del edificio para ubicar en ellas los sistemas de climatización, los aseos o los vestuarios del personal así como la recepción de la sala. «El ayuntamiento dice que con esto la Lonja será más diáfana. Quizá haya que explicarles que diáfano significa vacío, todo lo contrario a lo que se conseguría con esa reforma», ha expresado Millán.
«Se tiene que priorizar la belleza del monumento por encima de las exposiciones», ha opinado un asistente a la manifestación. Esto es algo con lo que la mayor parte de los presentes coincidían en la tarde de ayer. «Ya hay muchos espacios para exposiciones en la ciudad, pero Lonja solo tenemos una», apuntaba otro joven. Estas obras planteadas por el consistorio, aseguran, además de ser ilegales, impedirían al edificio optar al reconocimiento por parte de la UNESCO y supondría perder una gran oportunidad a nivel turístico para Zaragoza. Ante esta situación han anunciado, a través de las manifestaciones expresadas, que «se va a recurrir en los tribunales».
«Pedimos que este edificio se adecue para resaltar su belleza y el gran valor que tuvo años atrás», ha comentado otra mujer acompañada de su familia. Todo apunta a que el proyecto del gobierno de Natalia Chueca se enfrentará a un aluvión de alegaciones en la próximas semanas. La manifestación de este sábado dejó a las claras el descontento de una parte importante de la ciudadanía.