La evolución de la economía internacional en los primeros meses de 2025 ha estado marcada por los 100 días de Donald Trump al frente de la Casa Blanca y específicamente por la amenaza de implantación de aranceles a todos los productos europeos, una medida con una incidencia especial sobre la economía andaluza, la segunda comunidad con más exportaciones a Estados Unidos con un volumen superior a los 3.000 millones de euros al año.
Pese a esta incertidumbre, que se mantiene en estos momentos, la economía andaluza cerró un primer trimestre de 2025 con una ralentización de su crecimiento pero aún por encima de la media española y europea. Este balance positivo se ha conseguido especialmente por el sector agroalimentario que tira de la economía frente una cierta ralentización de otros ámbitos como los servicios.
Datos oficiales
Según los datos difundidos por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, el PIB creció en el primer trimestre de 2025 un 0,6% respecto al trimestre anterior y de un 3,1% respecto al mismo periodo del año pasado. Se trata de un crecimiento por encima de la media nacional y de muchos países europeos, aunque refleja una ralentización y está por debajo de los índices obtenidos en todos los trimestres del año anterior.
Este mantenimiento de la tendencia positiva de la economía andaluza se basa sobre todo en el sector agroalimentario que ha experimentado un crecimiento del 12,1% respecto al trimestre anterior y de un 5,9% en relación con el mismo periodo de 2024. Es por tanto el sector que mantiene un mayor nivel de crecimiento, frente a otros como la construcción (un aumento del 3,4% o la industria (el 2,4%).
En el otro extremo se encuentra el sector servicios que por primera vez en los últimos trimestres se queda completamente congelado sin experimentar crecimiento alguno respecto al trimestre anterior. En relación con el mismo periodo del año anterior sí se mantiene la tendencia al alza con un 3,1%.
Adaptación y solidez
Ante estas cifras, la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía destacó que se trata de un balance que refleja la solvencia de la economía andaluza en «un panorama de creciente incertidumbre internacional y de desaceleración generalizada de las principales economías europeas, agravado por las tensiones comerciales que existen a nivel global por los aranceles». «Este dato refleja la capacidad de adaptación y resistencia del tejido productivo andaluz, teniendo en cuenta que la economía regional ha logrado mantener su impulso gracias al buen comportamiento de sectores estratégicos», apuntan desde el departamento que dirige Carolina España.
«Estos resultados anticipan un 2025 de consolidación y empuje para la economía andaluza, pese a todas las dificultades que se vienen sumando en el contexto internacional y de forma especial dentro de la Unión Europea», destacó la consejera de Hacienda.