Se llevaban apenas tres juegos disputados de la primera semifinal masculina cuando Casper Ruud (15 del mundo) hizo llamar primero al fisio y luego al médico. Su pectoral izquierdo chillaba y por momentos dio la sensación de que, quizá, hasta ahí había llegado el noruego. No fue así, el doble finalista de Roland Garros aguantó e incluso ganó (6-4 y 7-5 en 1h:54) a Fran Cerúndolo (21) para conseguir su plaza en la final del Mutua Madrid Open de este domingo. Su rival será Jack Draper (6), que derrotó a Lorenzo Musseti (11) en la segunda semifinal (6-3 y 7-6 en 1h:57). Aryna Sabalenka (1) y Coco Gauff (4) disputarán este sábado (18.30 horas) la femenina.
Lo de Ruud, fue una falsa alarma. Pero han pasado tantas cosas en la Caja Mágica en estas dos semanas de competición que… Acumula el Masters 1000 del madrileño tantas desgracias como se pueda imaginar. Hasta, claro está, un apagón de luz nacional que le obligó a suspender toda una jornada y a tener que devolver el importe de todas las entradas.
Jack Draper, durante su semifinal del Mutua Madrid Open contra Lorenzo Musetti. / Sergio Pérez / EFE
Para entonces, he aquí otra de sus desgracias, ya no quedaba ningún tenista español vivo en los cuadros individuales. Alejandro Davidovich había sido, el domingo, el último superviviente. Y aunque se trata de un Masters 1000, de un torneo internacional de máximo prestigio, la ausencia de referentes nacionales siempre lastra. En dobles, por cierto, Marcel Granollers jugará este sábado la final (13.30 horas).
Desastre de los cabezas de serie
El problema para el Mutua Madrid Open es que el cartel se quedó también muy pronto huérfano de grandes estrellas en el cuadro masculino. Jannik Sinner (1) está sancionado por dopaje, Carlos Alcaraz (3) renunció antes de su debut, Novak Djokovic (5) cayó eliminado en su primer partido, Sascha Zverev (2) y Taylor Fritz (4) encallaron en cuarta ronda, Holger Rune (8) se lesionó en su debut tras ganar la final de Barcelona…
Sinner y Alcaraz ni jugaron en Madrid, Djokovic, Fritz y Zverev cayeron muy pronto, Rune se lesionó en su debut…
Solo un cabeza de serie (Draper), en fin, llegó a cuartos de final. Una circunstancia que reaviva la alarma sobre la ampliación de siete de los nueves Masters 1000 a dos semanas (todos salvo Montecarlo y París-Bercy), una ‘moda’ con justificación comercial que está levantando en armas a los tenistas y que, como ha quedado demostrado estos días en Madrid, está resintiendo el nivel del espectáculo deportivo.
Montecarlo-Madrid-Roma
Este mismo lunes, sin solución de continuidad, arrancará el Masters 1000 de Roma… cuya final se jugará una semana antes del arranque de Roland Garros. Y un deporte en el que la exigencia física crece casi cada día, los tenistas ya no son capaces de competir al máximo nivel en cada torneo. Madrid, emparedado entre Montecarlo y Roma en la gira primaveral de tierra batida, corre el riesgo de afianzarse como el torneo más ‘sacrificable’ para las principales raquetas del circuito.
La posición de Madrid en el calendario supone un riesgo para el torneo, tras la ampliación de la mayoría de Masters 1000 a dos semanas
Eso, en el torneo masculino, pues el femenino tiene la ligera ventaja de que ellas no compiten en Montecarlo, lo que alivia el calendario en estas fechas. Ese es uno de los factores que explican que tres de las cuatro mejores del mundo hayan alcanzado las semifinales en la Caja Mágica, dos de ellas la final.

Aryna Sabalenka, durante su semifinal del Mutua Madrid Open contra Elina Svitolina. / AFP7 vía Europa Press
Entradas agotadas
Con estrellas o sin ellas sobre la arcilla, todas las entradas están agotadas para las sesiones finales. Este viernes, todavía quedaban alguna disponibles para este sábado, pero se acabaron todas durante la tarde, hasta aquellas VIP que se van por encima de los 500 euros. Y es que la gran noticia para el Mutua Madrid Open es que parece inmune a todos los factores adversos que está padeciendo.
Las semifinales, aun con protagonistas de caché reducido, se disputaron en una Manolo Santana entregada y con una gran asistencia, favorecida porque este viernes era festivo en Madrid. La actividad en los ‘stands’ comerciales, en esa mini-ciudad del consumismo que es la Caja Mágica, tampoco se ha resentido. Las cuentas, en fin, salen y el torneo funciona sin necesidad de que Nadal o Alcaraz (que no jugó pero sí fue reclamo para la venta de entradas, claro) tiren de él sobre la arcilla.