Tras publicarse en el BOE la orden de reducción de los índices de rendimiento neto, Asaja Córdoba muestra su “decepción”, lo califica de “insuficiente” y lamenta, una vez más, que no se hayan tenido en cuenta las peticiones de la organización. Por ello, reclama que se modifique y aplique una reducción del IRPF a las actividades agrarias y el sector ganadero debido a que sufrieron fuertes descensos en sus rendimientos durante el año 2024 a consecuencia de la sequía y la subida de los costes de la energía y el gasóleo. Además, comarcas completas del norte de la provincia tuvieron escasa producción en el olivar.
Según señala Asaja Córdoba en una nota de prensa, el Gobierno se ha limitado a aprobar simplemente una reducción para el ovino y caprino, tanto de leche (que pasa de 0,26 al 0,18), como al de carne (que pasa de 0,13 al 0,09), una reducción para la apicultura que pasa al de 0,26 al 0,13 y una rebaja para el algodón de 0,37 al 0,26 en los municipios de Aguilar de la Frontera, Almodóvar del Río, El Carpio, Córdoba, Espiel, Fuente Palmera, Guadalcázar, Hornachuelos, Lucena, Montoro, Moriles, Palma del Río, Pedro Abad, Posadas, Puente Genil, La Rambla, Santaella y Villa del Río.
Para Asaja Córdoba, estas medidas son “insuficientes”, por lo que solicita que se complete y se incluyan los sectores y términos municipales que, sin motivo aparente, han quedado fuera.
La organización agraria explica que, en cereales y leguminosas, no fue un año con buenas calidades y, en el trigo duro, principal cultivo en la provincia, las cotizaciones tuvieron bajadas importantes frente a años anteriores. Las cotizaciones en 2024 fueron 100 euros/tn, más bajas que el 2023 y 220 euros menos que en 2022, por lo que se solicitó una reducción al 0,18. En el girasol, las cotizaciones fueron también muy por debajo del año anterior, lo que hace que el cultivo siga disminuyendo cada año, por lo que se pidió una bajada al 0,22.
En el caso de la viña, hubo, un año más, “producciones muy bajas” con una merma del 50% si se compara con la producción de una campaña media normal. “Los precios se quedaron lejos de las expectativas que había”, pidiendo así Asaja una reducción al 0,22. Para el caso del algodón, se solicitó que bajara al 0,15 porque su producción fue baja debido a la plaga de Earias, que afectó principalmente en junio, dos meses antes de lo normal, provocando que no cuajaran las primeras flores dejando sin fruto gran parte de la planta. Además, los precios fueron irrisorios, bastante inferiores a los de la campaña anterior pasando de los 63 céntimos el kilo a 48 céntimos el kilo.
Olivar de almazara
En el olivar de almazara, la campaña 2023/2024 “fue desastrosa en producción en algunas zonas en Córdoba” con una reducción en su producción en toda la provincia de más de un 45% respecto a la media de las diez últimas campañas. A la bajada de producción, se unió, además, los elevados costes de producción. Asimismo, comarcas completas situadas al norte de la provincia como Los Pedroches y el Valle del Guadiato, olivar de sierra, tuvieron en la campaña 2023-24 una producción nula. Igualmente ocurrió en los municipios más al este de la provincia como Montoro, Villa del Río, Bujalance, Cañete de las Torres, Valenzuela, Baena, Luque, Priego de Córdoba, Fuente Tójar y Almedinilla. Por ello, pidió una reducción del coeficiente para estas al 0,00 y 0,13 para el resto.
En los cítricos, se consideró necesario una bajada al 0,10 porque la campaña se vio marcada por un mercado con “un brusco descenso de la demanda por la entrada de naranja de Egipto”, a pesar del gran descenso en la producción en toda España debido a la sequía y a la disminución de la dotación de riego del verano de 2023 y 2024. En el caso de los almendros, la producción fue menor que la anterior debido al decreto de sequía que recortó la dotación de riego y con unos rendimientos de hasta un 50% inferiores a los de la cosecha anterior. Hubo problemas con la plaga del gusano cabezudo y los precios fueron muy bajos, por lo que se pidió una reducción del coeficiente al 0,0. Para los ajos, se solicitó al 0,26 por un nuevo descenso de superficie sembrada como consecuencia de la sequía y la falta de dotación de agua para el riego del cultivo.
Crisis en la ganadería
Por otro lado, para todos los sectores ganaderos, se pidió una reducción al 0,0 ya que en 2024 el sector seguía con la crisis de rentabilidad, como demuestra la caída continua de la cabaña ganadera en los últimos años, fundamentalmente por el incremento en los costes de producción.