La Fórmula 1 es un deporte en el que los monoplazas campeones se convierten en leyenda con el paso de los años. A todos los aficionados de la categoría se les cae la baba cuando hay una exhibición de F1 históricos y sale el Lotus negro con publicidad de John Player de Emerson Fittipaldi o el Rothmans Williams de Ayrton Senna o incluso el McLaren MP4 que también condujo la leyenda brasileña. Todos esos coches no pasaron a la historia por su estética sino que el hecho de ser campeón le da belleza y empaque con los años.
Uno de esos coches que perduran en la memoria, evidentemente, son los R25 y R26 del Renault F1 Team con los que Fernando Alonso fue bicampeón del mundo consecutivamente en 2005 y en 2006. Un monoplaza dominador con el asturiano al volante y con unos colores amarillo y azul grabados en la memoria de cualquier aficionado.
Alonso con su Renault R25 en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste / SD
Sin embargo en este caso el R25 ha sido noticia negativa. La Federación Francesa de Automovilismo fue la encargada de organizar el GP Histórico de Fórmula 1 de este año en el trazado galo de Paul Ricard. Aprovechando este evento aquel V10 chillón que todo el mundo recuerda, volvió a revolucionarse y a surcar las curvas del circuito. Franck Montagny, ex piloto probador de Renault y ex compañero de Alonso en la época, fue el encargado de dirigir dicha obra de arte. No obstante el desenlace no pudo ser peor, ya que durante uno de los giros en Paul Ricard empezó a salir humo de la parte de atrás del coche, evidenciando la rotura del motor del monoplaza. Una imagen típica en la época… las humaredas blancas que indicaban que el motor había dicho basta.
No es la primera vez que pasa esto con un coche histórico y en concreto de Fernando Alonso. Por ejemplo se pudo ver en Mónaco hace algunos años a Charles Leclerc destrozar un Ferrari conducido por Niki Lauda. En el caso que concierne al asturiano fue el actual presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem el que destrozó un Renault de Alonso, en concreto el R28, durante unas pruebas hace algunos años.
El recuerdo no fue bueno. El emiratí arrancó bien y con fuerza la recta de meta, sin embargo, a los pocos metros perdió el control del monoplaza para estrellarlo contra el muro y destrozarlo.