El coleccionismo es una afición que comparte buena parte de la sociedad: ya sea por valor sentimental o por pasatiempo, muchos recolectamos objetos especiales. En algunos casos, estos son antigüedades como sellos, relojes, chapas o, incluso, cromos de futbol.
Los coleccionistas pueden adquirir nuevas piezas a través de los mercados de compraventa, en los que el precio puede llegar a incrementarse de forma sorprendente.
En el caso de las monedas, hay muchos aficionados que están dispuestos a pagar grandes cantidades para tener una nueva divisa en su colección.
La moneda de 2 euros más valiosa
Habitualmente, las monedas más caras son las que fueran acuñadas de forma exclusiva, por lo que no se pueden encontrar muchas en el mundo. Además, estas suelen contar con historias sorprendentes que llaman la atención a los coleccionistas.
Por ejemplo, hay personas que están dispuestos a pagar hasta 4.000 euros por la que se considera la moneda de dos euros más cara. Esta es la que fue acuñada en el año 2007 en Mónaco para conmemorar los 25 años del fallecimiento de la princesa Grace Kelly.
La conocida actriz estadounidense, posteriormente princesa de Mónaco, murió de forma trágica tras un accidente de coche en 1982, hecho que conmocionó a los monegascos y, también, al resto del mundo.
En cualquier país de la eurozona
Las escasas unidades de esta moneda especial pueden hallarse por toda la eurozona, por lo que cualquiera puede tener una en casa sin ser consciente de ello. La moneda está valorada en 4.000 euros, aunque es habitual que haya ventas por debajo de este precio.
En la página de subastas numismáticas Aureo&Calicó, la moneda de Grace Kelly tiene un precio de salida de 2.950 euros. Una cifra que puede ir aumentando, cuando los interesados en comprarla empiecen a pujar para adquirirla.
Esta moneda, a la que los coleccionistas llaman ‘La Kelly’ o ‘La Grace Kelly’, ya valía 100 euros cuando entró en circulación. Y más tarde ha ido revalorizándose, hasta llegar a exigir miles de euros para su venta.
