Si eres una mujer con el pelo muy corto o un hombre con el pelo muy largo, es probable que te hayas hecho esta pregunta varias veces: «¿Por qué la tarifa de hombres y mujeres es diferente en estos casos?». O lo que es lo mismo: «¿Es justo que tenga que pagar por un corte de chica si tengo el pelo muy corto mientras que un chico con larga cabellera paga como tal?».
Es la eterna pregunta que lleva a pagar una media de 10 o 15 euros de diferencia por corte en función de si eres hombre y mujer e independientemente del peinado. Mientras que un corte para ellas -de media y sin incluir peinado- ronda los 25 euros, el de hombre oscila entre los 12 y 15 euros.
Ilegal en algunos países
Muy clara no debe de estar la polémica cuando en algunos países como Dinamarca no es legal cobrarle más a las mujeres que a los hombres.
Complejidad
La diferencia de precios debería de estar relacionada con el tiempo, la complejidad y los productos utilizados. ¿Hasta qué punto la longitud es determinante? En teoría, cuando cortas da igual que sea muy largo que muy corto ya que el trabajo y el gasto es el mismo. Sin embargo, la explicación habitual desde el sector de la peluquería es que los cortes de pelo femenino acostumbran a llevar más tiempo con técnicas más específicas y detalladas. También acostumbran a usar más productos si bien es cierto que los hombres, cada vez más, también quieren sus productos para un cabello fuerte y brillante.
Lo que está claro es que si una mujer se hace exactamente el mismo corte que un hombre, los precios deberían de ser los mismos. Otra cosa es que, en el caso de ellos, piden de forma habitual cortes con máquina mientras que ellas solicitan la precisión de la tijera. Pero no siempre, claro está. Algunos hombres llevan capas y hasta texturas diferentes que a menudo incrementan esa «tarifa caballero» estipulada. «Y así debe de ser, pero también a la inversa», apuntan los clientes.
Reacciones
Las redes sociales están llenas de experiencias de hombres y mujeres que entran a las polémicas tarifas. Desde el punto de vista masculino, muchos coinciden en lo mismo: «Si el peluquero nos saliera más caro a los hombres, muchos nos rasurábamos nosotros mismos las cabezas».