Durante las próximas horas, la autovía A-3 volverá a ponerse a prueba. Millones de vehículos circularán por esta vía que conecta el centro de la península, y Madrid, con la Comunitat Valenciana.
Además del festivo del 1 de mayo, el puente por el 2 de mayo en Madrid convierten estas próximas horas en una nueva prueba de fuego para la A-3. La Dirección General de Tráfico espera no solo millones de desplazamientos hacia la costa, tanto de la provincia de Alicante como la de Valencia, sino también importantes atascos tanto a la salida de Madrid como en algunos puntos de la vía ya en la Comunitat Valenciana.
Algunos de estos puntos dentros con importantes atascos y embotellamientos previstoss se sitúan, por ejemplo, a la altura de Utiel, Requena o Siete Aguas. Sin embargo, la situación más crítica prevista esta mañana se sitúa desde Buñol hacia València, concretamente desde Cheste en adelante, a medida que el tráfico procedente de Madrid se acerque al enlace entre la A-3 con la A-7 y el ‘bypass’.
Junto al barranco del Poyo, y coincidiendo con la entrada y salida del polígono de Loriguilla y la A-7, se sitúa uno de los puntos donde más accidentes se han registrado durante los últimos meses y también uno de los puntos donde casi a diario se registran a diario colas kilométricas. Es ahí donde se espera que se registren los mayores embotellamientos entre los conductores que necesiten utilizar la A-7 para llegar a municipios costeros de las tres provincias de la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, quienes circulen por la A-3 tienen a su disposición algunas vías alternativas que, con precaución, pueden evitarles los puntos donde se prevé que haya mayores atascos.
La primera de estas vías alternativas es la carretera N-III, la antigua carretera nacional que sigue discurriendo de forma casi paralela a la autovía A-3 desde prácticamente Villargordo del Cabriel hasta Requena.
Aunque también existen tramos de la N-III útiles para esquivar atascos en otros puntos de la A-3 que se registren entre Siete Aguas y Buñol, lo cierto es que los daños provocados por la dana el pasado 29-O en la carretera a su paso por Siete Aguas y la zona residencia de Ventamina desaconsejan su uso.
Ya más cerca de València y del crítico punto del enlace entre la A-3 y la A-7, existe una de las vías alternativas que permite circunvalar prácticamente todo el área metropolitana y conectar directamente con la A-7 sin pasar por el bypass. Se trata de la CV-50, la carretera llamada a ser el último cinturón de circunvalación de València y que permite enlazar desde la A-3 con la Autovía del Mediterráneo por el sur a través de Godelleta, Turís, y Montroy. Desde ahí, los vehículos pueden enlazar directamente con la A-7 a su paso por Torrent. Por el norte, la CV-50 permite llegar a la CV-35 y la autovía A-7 en dirección Barcelona.