En los últimos tiempos, y especialmente tras la eliminación en Champions contra el Arsenal y la derrota en la final de Copa ante el FC Barcelona, muchas son las informaciones que apuntan a una salida de Carlo Ancelotti del Real Madrid a la conclusión de campeonato de la Liga y antes del próximo Mundial de Clubes que se disputará el próximo mes de junio. Mientras que todas las miradas apuntan a Xabi Alonso, uno de los nombres que empieza a coger fuerza para dirigir al equipo en el Mundial es el de Santiago Solari, quien ya dirigió al club durante una parte de la temporada 2018-19.
De confirmarse así se abriría un nuevo capítulo en una historia que, aunque breve, dejó cosas importantes para el club. Además, con la vista ya puesta en el próximo torneo internacional de clubes, los de Chamartín buscan encontrar una estabilidad deportiva y futbolística que, hasta ahora, en esta campaña, no han encontrado. Según las apuestas de Betfair, la probabilidad implícita de que el Real Madrid sea el próximo campeón del Mundial de Clubes es del 22,22%, siendo el gran favorito entre todos los aspirantes al título a pesar del nivel mostrado esta temporada.
El aterrizaje tras la salida de Lopetegui
Santiago Solari asumió el cargo de entrenador del Real Madrid el 29 de octubre de 2018, tras la destitución de Julen Lopetegui, quien no logró consolidar un proyecto competitivo en la capital blanca. El equipo venía de encadenar malos resultados en Liga y de sufrir una derrota por cinco goles a uno ante el Barcelona en su visita al Camp Nou, hecho que precipitó la salida del técnico vasco.
Tras El Clásico, Solari fue nombrado entrenador con la misión de estabilizar la situación que vivían los merengues. En su primera rueda de prensa, en la de su presentación oficial como técnico, y consciente de la crisis de confianza que atravesaba tanto el club como el vestuario, dejó una sus frases más recordadas: «La idea es ir a Melilla mañana y jugar con dos cojones». El mensaje, fue directo y pragmático, y el Real Madrid, en su primer partido con el nuevo entrenador, venció por cero goles a cuatro al Melilla en la Copa del Rey.
Conflictos con dos pesos pesados del vestuario
Sin embargo, pronto empezaron a aflorar las tensiones que todo vestuario de máximo nivel atraviesa y los conflictos internos comenzaron a explotar, especialmente con dos pesos pesados del vestuario, Isco Alarcón y Marcelo Vieira. El técnico argentino, fiel a su idea de premiar el esfuerzo y el estado físico de los jugadores por encima del nombre de la camiseta, relegó a ambos jugadores a papeles secundarios.
Isco, que había tenido un papel protagonista hasta la llegada de Solari, quedó relegado al banquillo e incluso fue descartado en varias convocatorias, terminando la temporada disputando tan solo 37 encuentros, en los que anotó seis goles y repartió dos asistencias entre todas las competiciones. En el caso de Marcelo, su rendimiento defensivo, en un momento de evidente bajón físico, provocó que Solari optara por alternativas más sólidas y apenas disputó 34 partidos en toda la temporada.
Estas decisiones, evidentemente, generaron tensiones entre los futbolistas y su entrenador, y ambos mantuvieron una relación distante con el técnico, que justificaba sus alineaciones en base a criterios de rendimiento y estado de forma.
Reguilón y Vinicius Jr., las dos grandes apuestas de Solari
Al mismo tiempo que cerraba la puerta a algunos veteranos, Solari decidió apostar por jóvenes talentos que hasta ese momento apenas estaban formando parte de la dinámica del primer equipo. El primer nombre propio que apareció en escena junto a Solari fue el de Sergio Reguilón, lateral izquierdo formado en la cantera, que se consolidó como titular en detrimento de Marcelo, disputando 22 encuentros entre todos los torneos sumando tres asistencias, pero dejando señales del gran jugador que podría ser.
Otro de los jugadores cuyo impacto fue más significativo fue Vinícius Jr. El brasileño, fichado por una cantidad que rondaba los 45 millones de euros, había sido relegado al Castilla durante los primeros meses de competición para que se adaptase a la capital y al conjunto blanco. Solari, conocedor de su potencial, decidió integrarlo en el primer equipo, con quien disputó 31 partidos, marcando cuatro goles y repartiendo 10 asistencias.
KO copero ante el Barça
La recuperación inicial bajo la dirección de Solari tuvo su primer gran examen en la Copa del Rey, donde el Real Madrid se enfrentó al FC Barcelona en las semifinales del torneo. Tras lograr un valioso empate 1-1 en la ida en el Camp Nou, el equipo blanco afrontaba la vuelta en el Santiago Bernabéu con la ventaja del gol de visitante. Sin embargo, el partido de vuelta fue un duro varapalo para los madrileños, quienes, a pesar de competir la eliminatoria hasta el final, abandonaron la competición tras caer derrotados en el Santiago Bernabéu por cero goles a tres ante su máximo rival.
Debacle en la máxima competición continental
Sin embargo, pese al duro revés copero, el golpe final a la etapa de Solari como entrenador del Real Madrid llegó en la Champions League. Tras ganar por 1-2 en la ida de los octavos de final en el Johan Cruyff Arena, todo parecía indicar que los blancos pondrían tierra de por medio en la vuelta y lograrían el pase a cuartos en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. El Ajax, liderado por jóvenes como Frenkie de Jong, Dusan Tadic y Matthijs de Ligt, llevó a cabo un partido mayúsculo siendo capaz de golear al Real Madrid 1-4 en una de las noches europeas más dolorosas en la historia reciente del club. Tras aquel partido, el club optó por destituir a Santiago Solari, confirmando la llegada nuevamente de Zinedine Zidane.