Cuando el talento de un bailarín es grande, el barrio se le queda pequeño. Más aún si proviene de una zona estigmatizada donde no hay academias de danza ni oportunidades para seguir creciendo. Pero Juan León, originario del barrio de La Paterna, en Las Palmas de Gran Canaria, desafió los obstáculos que se le presentaron y logró hacerse un nombre en el mundo de la danza. Su larga carrera por toda España y el extranjero incluye su paso por Mayumaná, UPA dance y numerosas compañías internacionales. También fue la imagen de Fama, ¡a bailar! y ha trabajado con Melody, así como distintos cantantes de Operación Triunfo. Tras 27 años sobre los escenarios, este artista regresa a la Isla y pronto estrenará el espectáculo Poco Bailamos, inspirado en su experiencia vital.
Su pasión por la danza empezó cuando era adolescente y sus pasos de baile contagiaron a la ciudad: «Hubo una época en que San José cogió mucha fama con el break y se hacían batallas, pero ese grupo decayó y hubo un parón bastante grande. Un chico y yo volvimos a darle un poco de vida. Teníamos un grupito, íbamos a las discotecas, empezábamos a bailar y se nos fue juntando gente«.
Baile, interpretación y humor
Ahora, mirando hacia atrás, ese pasado se le antoja cerca y lejos al mismo tiempo. Ha superado muchos retos y conseguido grandes logros, pero siente que todavía le queda «mucho por hacer». Y este show, que lleva más de un año de ensayos y planificación, forma parte de la lista. Hip hop, break, contemporáneo, house, salsa y jazz son solo algunos de los estilos con los que deleitará al público.
Poco Bailamos se estrenará a las 20:00 horas de este sábado, 3 de mayo, en el Centro Cultural de Santa Brígida. Se trata de la segunda pieza del proyecto Foco a las masculinidades para la creación de referentes igualitarios y tendrá entrada libre hasta completar aforo. Esta fusión de danza, humor e interpetación comenzará narrando la mañana de un bailarín junto con la actriz Cathy Pulido. «Si has tenido bolo, tu punto fuerte de la jornada ha empezado a las 21:00. Luego tienes que bajar toda esa adrenalina y te acuestas muy tarde. Hay una dureza anímica de decir: ¿Cuánto tiempo lo voy a poder seguir haciendo?«, relata Luis R. Lorite, director de la obra.
A partir de ahí, Pulido representará al alter ego de León para enhebrar la vida del bailarín con partes de la historia de Canarias, de La Paterna y de la globalización, enlazando movimientos culturales y sociales que conectan el Norte con el Sur. Abordarán los aspectos más bellos y duros de la danza, pasando por el edadismo y la violencia estética que enfrentan las personas que se dedican a la danza y que, como tal, «deben pasar muchas horas frente al espejo«.
La danza de los pueblos
Recordando al bailarín Antonio Gades, en su defensa por la popularización de la danza, Lorite apunta que «el baile siempre ha sido del pueblo y ha sobrevivido a lo largo del tiempo por el placer que experimenta la gente fuera de las lógicas de lo que es rentable«. Por ello, condena que la danza sea casi «invisible» frente a los programas culturales de las administraciones públicas, a las que «les cuesta apostar por la danza».
Llega un punto en que los bailarines canarios deben salir para aspirar a tener una carrera, y Juan León es uno de ellos: «Tenemos muchos teatros y talento, pero no hay producciones canarias para hacer un musical. Casi toda la gente que conozco que ha bailado fuera es de barrio, y han llegado muy lejos. Nuhacet Guerra, con varios premios de danza, salió de Jinámar. Ahora mismo baila en Bélgica con las mejores compañías, y hay mucha gente así que sale de barrios marginales. Hay talento, pero no los suficientes recursos. Decir que era de La Paterna me cerraba las puertas o era muy mal mirado, hasta que me veían bailar. Hay que acercarse a esos sitios a abrir las puertas«.
Aprender viendo programas, videoclips y películas
Ser autodidacta fue para él la única manera de empezar. Por eso, repetía una y otra vez los programas de MTV, los videoclips de Michael y Janet Jackson o películas como Breakin’ (1984) hasta aprenderse las coreografías. Con el paso de los años, ese bailar en casa y en la calle se fusionó con formaciones y experiencias profesionales que le han dado una gran riqueza a sus movimientos. «Es una joya narrativa, es historia viva de la Isla«, asegura Lorite.
Poco Bailamos contará todo eso y mucho más. En palabras del director, esta obra pretende acercar el baile a la gente, desbordar sus límites e invitar a la gente a ser parte de ello. «Participar de la danza es moverte, no solo ir a sentarte a una butaca. Eso es lo más bonito que me gustaría transmitir», concluye Lorite.
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