las mejores zonas para escalar cerca de la capital

La Comunidad de Madrid es un paraíso para los amantes de la escalada, sea cual sea el nivel del practicante. Con una combinación única de paisajes montañosos, accesibilidad y una amplia oferta de rocódromos y zonas naturales, este punto se ha convertido en un lugar ideal para un deporte que crece en todo el mundo y tiene a España como uno de los países referentes. De este modo, con su diversidad de vías y rutas, Madrid se sitúa como una ‘pared’ perfecta tanto para iniciarse como para disfrutar de objetivos y desafíos complejos.

La escalada ha experimentado un auge significativo en los últimos años con un boom que ha provocado que de los 150 rocódromos existentes en España en 2018 se pasen a los más de 360 de la actualidad. La Comunidad de Madrid es un claro ejemplo de este boom con sus 120 rocódromos  —cerca de 20 públicos— repartidos por toda la región, convirtiéndose en una de las comunidades con mayor densidad de instalaciones de escalada en España. Con 18.000 licencias federativas de Montaña y Escalada en la Comunidad, se estima que más de 20.000 madrileños practican escalada regularmente en la región.

Al margen de esa explosión de rocódromos urbanos, la privilegiada ubicación geográfica de Madrid —con montañas como las de la Sierra de Guadarrama—, y un clima favorable durante gran parte del año, hacen que sea un paraje fabuloso para disfrutar de la escalada al aire libre… ya sea en vehículo propio, metro, tren o autobús gracias a su excelente red de transporte que facilita el acceso a las principales zonas de escalada.

Dónde escalar en la Comunidad de Madrid

1. La Pedriza

La icónica ‘Pedri’, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, es uno de los destinos más famosos para la escalada en Madrid con más de 1.500 rutas y su atractiva adherencia. Su gran variedad de rutas en roca de granito —también infinidad de bloques— lo convierte en un lugar ideal tanto para principiantes como para escaladores experimentados.

A sus pies se encuentra el municipio de Manzanares el Real, su famoso castillo y un embalse que hace de este entorno un espacio idílico para relajarse tras un día de escalada. A poco más de 40 minutos de Madrid, es uno de los sitios favoritos de los madrileños para perderse y disfrutar de sus riscos y senderos.

2. Patones

Patones, con su característica roca caliza, es uno de los destinos más populares para la escalada deportiva en la Comunidad de Madrid gracias a su famosa escuela el Pontón de la Oliva. Cuenta con más de 500 rutas que se adaptan a todos los niveles y que hacen de Patones un ‘must’ para los amantes de la escalada.

Además, su cercanía al idílico pueblo de Patones de Arriba lo hace más irresistible para quien quiera visitarlo y tener una experiencia completa. Esta localidad es una joya arquitectónica y representante de los pueblos negros de Madrid que, además, cuenta con un buen puñado de establecimientos que dan rienda suelta a la rica cultura gastronómica de la zona.

Escalada en La Pedriza (Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama) / Shutterstock

3. Pico de la Miel y La Cabrera

El Pico de la Miel y sus alrededores, en La Cabrera, es un referente para la escalada clásica en Madrid. Roca de granito y rutas de varios largos lo convierten en un espacio más que recomendable para quienes buscan una experiencia más técnica y montañera, aunque también tiene vías más accesibles (vías deportivas) dentro de sus más de 200 rutas.

También hay vías por el cercano pueblo de Valdemanco donde, además, también se puede disfrutar de los diferentes asadores que dan fama al pueblo y de agradables paseos bajo la atenta mirada del Mondalindo.

4. San Martín de Valdeiglesias

San Martín de Valdeiglesias, al suroeste de Madrid, es un paraje fabuloso para la escalada. Con su roca de granito, este lugar cuenta con más de 100 rutas equipadas y también es perfecto sea cual sea el nivel de quien desee escalar. Placas, adherencia, techos, diedros, fisura, desplomes… todo cabe en este entorno privilegiado.

Su cercanía al embalse de San Juan hace que en determinadas vías se pueda admirar un paisaje único e incomparable. Y, por qué no, si es temporada veraniega a poco más de diez minutos de las paredes está esperando una playa de dicho embalse para relajarse tras el esfuerzo.

5. Torrelodones

Torrelodones, a menos de 30 minutos del centro de Madrid, es una zona de escalada perfecta para sesiones rápidas y accesibles. Su roca de granito y sus rutas cortas de gran calidad provocan que sea un rincón apetecible para una escapada.

Pese a su cercanía con la gran urbe, en el pueblo de Torrelodones se puede disfrutar de un ambiente tranquilo donde reponer fuerzas o refrescarse antes de volver a casa. Un paseo por su Calle Real da calma y es una desconexión perfecta previa al viaje de regreso.

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