Gracias a medidas como los expedientes temporales de empleo (Erte) o las líneas de financiación, el impacto de la dana en Valencia sobre las empresas y el mercado laboral se vio atenuado. Aún así, los datos son de consideración, según el último informe de la Cámara de Comercio de Valencia: la inundación afectó con una intensidad muy elevada a 2.386 empresas industriales de la zona cero y más de 31.000 trabajadores resultaron directamente damnificados como consecuencia de la pérdida temporal o total del empleo.
Sea como fuere y a pesar de la catástrofe, lo cierto es que el mercado de trabajo de la provincia de Valencia ha salvado los muebles en el primer trimestre y también en términos interanuales. Claro que las mujeres, seguramente por el tipo de contrataciones donde son más abundantes, como el comercio o la hostelería, han salido más perjudicadas que los hombres, según los últimos datos del Institut Valencià d’Estadística (IVE).
Seguridad Social
En la provincia de Valencia, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social aumentó entre enero y marzo de 2025 respecto del período comprendido entre octubre y diciembre -el 29 del primero de estos meses es cuando tuvo lugar la tragedia de la dana- en 6.083 personas y se situó en 1,17 millones. En consecuencia, un 0,5 % más. De esos casi 6.100 nuevos empleados, la inmensa mayoría fueron hombres. En concreto, 5.497, con una subida del 0,9 %, mientras que las mujeres se quedaron en 586, con un alza del 0,1 %. En el primer caso, la cifra de cotizantes quedó en los 622.832, mientras que en el de las féminas se situó en los 550.912.
Territorios
El comportamiento de unos y de otras en las comarcas que más resultaron dañadas por la riada explica en buena medida la disparidad de datos. La comarca de L’Horta Sud quedó devastada, con municipios severamente dañados como Paiporta, Alfafar o Sedaví. Pues bien, pese a toda esa destrucción, la demarcación ha logrado aumentar su número de trabajadores respecto del cuarto trimestre de 2024 en 2.637 personas, un 1,5 % más. Sin embargo, son los varones los que acaparan una mayor parte de estos empleos, concretamente 1.840 mientras que las mujeres se quedan en 797.
La Plana de Utiel-Requena también consigue, pese a los destrozos que el desbordamiento del río Magro provocó en toda la comarca, incrementar su número de afiliados a la Seguridad Social, aunque lo hizo solamente en dos. Claro que en este caso los varones aumentaron su número de empleados en cincuenta, mientras que las mujeres sufrieron un descenso de 48. Mucho peor es la evolución en la Ribera Alta, el tercer territorio más damnificado. En este caso, los resultados son negativos, porque la comparativa intertrimestral revela una reducción del empleo de 1.838 personas. Ahora bien, las que salen claramente perjudicadas son las mujeres, dado que, de esa cifra, 1.590 corresponden a este colectivo, mientras que los hombres solo sufren un recorte de 248.
Cómputo anual
Echando la vista atrás a un año, es decir, cuando se compara el primer trimestre de 2025 con idéntico período de 2024, la conclusión es que el mercado laboral de la provincia de Valencia ha resistido con fortaleza los efectos devastadores de la dana. Y es que en dicho territorio el número de afiliados a la Seguridad Social en términos interanuales aumentó en 29.586 personas, pero en este caso la distancia entre hombres y mujeres no es especialmente llamativa: 15.612 los primeros por 13.974 las segundas.
Lo mismo sucede si nos detenemos a analizar la evolución en las tres citadas comarcas más dañadas por la dana, donde la mejora seguramente está vinculada a que los trimestres previos al cuarto de 2024, cuando se produjo la riada, fueron bastante positivos. L’Horta Sud ganó en el último año 4.689 empleos y de nuevo los varones acapararon la mayor parte con 2.839 en detrimento de las féminas, que se quedaron en 1.850. En la Plana de Utiel-Requena incluso se da la situación inversa. Y es que en este caso las mujeres han obtenido un mayor número de empleos (171) que los hombres (55). Por último, la Ribera Alta muestra una estadística casi de empate, dado que los 1.120 puestos de trabajo creados en el último año se reparten de forma cercana a la equidad entre hombres y mujeres: 582 y 538.