La 60 edición de la Fira del Llibre concluyó ayer su primer fin de semana con lleno en los Jardines de Viveros. En un domingo de afluencia masiva, la Fira entregó sus premios 2025 en el apartado de trayectoria literaria en valenciano a Raquel Ricart y en castellano a Manuel Vicent, y a Bibiana Collado como talento emergente. El acto sirvió de despedida improvisada al que ha sido director de la Fira durante una década, Manolo Gil.
El autor de Tranvía a la Malvarrosa se mostró conmovido por volver «al territorio de mi juventud, de cuando yo era chaval y estudiaba en València, como Viveros, la calle Alboraia, la estación del ‘trenet’ del Pont de Fusta… es como revivir mi vida.».
Por la tarde llegó la hora de los homenajes. Por un lado al escritor y poeta de Beniopa, Josep Piera, quien presentó la reedición, 30 años después, de su Ací acaba tot. El segundo fue, a título póstumo, para Josep Palàcios considerado por muchos como el heredero de Joan Fuster, de quien fue amigo y albacea. A menos de un mes de su fallecimiento, a los 87 años, un grupo de admiradores, entre los que están Isabel Robles, Jaume Pérez Montaner, Antoni Martí Monterde, Manolo Gil o Toni Furió, le recordaron como «un escritor inmenso, hasta maldito, poco conocido, porque no formaba parte del sistema literario».