Era el único español vivo, hombre o mujer, en el Mutua Madrid Open. Una anomalía en una fase tan temprana del torneo y, en cierta medida, una responsabilidad que Alejandro Davidovich debía cargar sobre sus hombros en este soleado domingo en la Caja Mágica. La presión, con todo, había de ser relativa, pues ante sí estaba Sasha Zverev, el número dos del mundo, el primer cabeza de serie del torneo ante la ausencia de Jannik Sinner.
Nada tenía que perder el madrileño, 29º del ránking, y tenía todo por ganar. Y estuvo realmente cerca de conseguirlo, arrollador en el primer set y rebelde en el segundo y el tercero. Pero Zverev es mucho Zverev y el alemán acabó remontando, ganando el segundo y el tercer set en el ‘tie break’, un partido que por momentos llegó a ver perdido (2-6, 7-6 y 7-6). Y, con esa victoria, dejó al Mutua Madrid Open sin españoles en competición individual. Ya solo quedan en el cuadro masculino de dobles.
Zverev, durante su victoria contra Davidovich en el Mutua Madrid Open. / Chema Moya / EFE
El cuadro masculino
Siete españoles figuraban en el cuadro individual masculino y ya no queda ni uno en pie, mientras todavía se juega la tercera ronda. De hecho, solo Davidovich y Roberto Bautista habían alcanzado la segunda ronda, quedando ambos eliminados por Zverev.
Bautista había eliminado en el primer partido a otro de los representantes españoles, Jaume Munar. Los otros tres clasificados para el cuadro principal por ranking fueron Pedro Martínez (eliminado por el argentino Comesaña), por supuesto Carlos Alcaraz y también Roberto Carballés, otra de las renuncias por lesión a última hora.
A través de ‘wild cards’ participaron en el torneo de la Caja Mágica el joven Martín Landaluce y el veterano Pablo Carreño. Ambos quedaron apeados en la primera ronda: el primero por el británico Norrie y el segundo por el portugués Borges.
El cuadro femenino
En el cuadro femenino, Paula Badosa era la gran esperanza española. Llegaba como novena del ránking mundial, pero sus lesiones crónicas forzaron su renuncia horas antes de jugar. Misma razón que le obligó a abandonar el Masters 1000 de Miami antes de jugar los octavos de final.
Su lugar en el cuadro lo ocupó, precisamente, otra española, Cristina Bucsa, en calidad de ‘lucky loser’, es decir, repescada de las rondas previas. La bronce olímpica en dobles, sin embargo, cayó en segunda ronda ante la rusa Kudermétova.
Completaba la presencia femenina en el cuadro individual la gallega Jéssica Bouzas. Derrotó a la egipcia, afincada en Elche, Sherif en primera ronda, cayendo eliminada en su segundo partido, contra la polaca Frech.
El Zverev-Davidovich
Davidovich compareció en la Manolo Santana como un ciclón para evitar el mismo destino que sus compatriotas. Los cuatro primeros juegos subieron a su marcador, 16 de los 19 puntos iniciales del partido los celebró el malagueño. No había quien reconociera a Zverev, tierno al saque, impreciso con la derecha, sobrepasado por el nervio y la consistencia de su rival.

Davidovich, en pleno esfuerzo. / Chema Moya / EFE
Ese 0-4 inicial fue ya irremontable para Zverev, que consagró lo que quedaba de primer set a ir recuperando sensaciones, mientras Davidovich seguía como un martillo pilón, sin perder la concentración, refrendando que se encuentra en un claro proceso de madurez tenística en este 2025. Ganarle un set al alemán por 6-2 en apenas 33 minutos lo confirma.
El segundo set pareció dar continuidad a la dinámica ganadora de ‘Foki’, que de nuevo arrancó rompiendo al servicio a su rival. Algo, sin embargo, hizo clic entonces en la cabeza de Zverev, consciente de que estaba en una situación límite. Respondió recuperando el juego perdido, afinando su saque y encontrando derechas ganadoras. Practicando, en fin, un tenis mucho más propio de su talento.
La polémica del partido
Davidovich se dedicó a resistir en esos minutos, especialmente en el séptimo juego, en el que Zverev le forzó a jugar 16 puntos para defender su servicio. El alemán jugaba mejor, pero seguía nervioso. Como muestra, su rabieta tras reclamar una bola fuera de su rival. El juez de silla le hizo ver que la tecnología se ocupa de verificar eso. Él respondió cogiendo su móvil para hacer una foto al impacto de la pelota sobre la arcilla.
El incidente no sacó a Zverev del encuentro, llevando el segundo set el ‘tie break’ e igualando el partido en él (7-3), ya solidísimo con su saque, marca de la casa. La tendencia era clara. El alemán crecía conforme avanzaba el partido y el español, cuyo nivel es inferior, iba perdiendo terreno sin remedio.
El doble ganador del torneo (2018 y 2021) se hizo fuerte en su servicio y consiguió romper el quinto servicio de Davidovich. Parecía muerto el malagueño y entonces respondió pletórico con ocho puntos consecutivos para llevar a la Manolo Santana al delirio. El ‘tie break’ volvió a ser la solución y, en él, Zverev pasó por encima de Davidovich de forma cruel, en blanco (6-0). Fernando Cerúndolo o Francisco Comesaña, quien gane esta noche el duelo de argentinos, será el rival de Zverev en octavos de final.