El ingeniero Alberto Sáiz Cortés, que fue director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entre 2004 y 2009, protagonizará un acto organizado por el PSOE del distrito madrileño de Hortaleza la tarde el próximo martes 29. Así lo ha anuncia esa agrupación socialista local, sin que, según fuentes del partido, el evento fuera conocido por la dirección federal ni por la del PSM.
Se trata de un acto de barrio. Alberto Saiz impartirá una charla de tinte divulgativo, titulada «Los servicios de inteligencia y sus misiones», en la que será presentado por Raquel Gutiérrez, integrante de la ejecutiva socialista en ese barrio de Madrid. Gutiérrez fue colaboradora de Saiz durante su mandato al frente del CNI.
No existe precedente de participación de exdirectores del CNI en actos organizados por partidos políticos. Hombre estrechamente ligado a José Bono, entonces ministro de Defensa, Alberto Saiz no adoptó durante su paso por la dirección del centro medidas o actitudes que disimularan o distanciaran claramente su adscripción a siglas partidarias.
Dimisión
Actualmente Saiz no tiene relación con el CNI, confirman fuentes de la seguridad del Estado, ni acude a actos o comidas organizadas por esa entidad.
Saiz, que antes de dirigir el CNI había sido consejero en el gobierno de Bono en Castilla-La Mancha, tuvo que dimitir como jefe del servicio de inteligencia en julio de 2009. Llevaba entonces la cartera de Defensa la catalana Carme Chacón. La dimisión llegó después de que se publicaran informaciones sobre supuestos usos de medios públicos en actividades particulares y para viajes de placer, que siempre negó el aludido pese a las pruebas que se difundieron.
Tras su paso por el CNI, Saiz adoptó un perfil discreto que ha roto en contadas ocasiones. Una de ellas, en mayo de 2022, con ocasión del cese de Paz Esteban al frente del centro por el caso de las escuchas con el software Pegasus. En medio de esa tormenta apareció en la televisión criticando y tildando de «destitución» el relevo de Esteban por la actual directora, Esperanza Casteleiro.
Ley difusa
La última aparición pública para conferencias protagonizada por un exjefe del CNI tuvo lugar el pasado 13 de enero en Palma de Mallorca. El teniente general retirado Félix Sanz Roldán disertó sobre los servicios secretos, pero no fue en un acto organizado por un partido y en una sede partidaria, sino en una «jornada sociocultural» organizada por el Círculo Mallorquín.
La principal limitación legal que tienen los exdirectores del CNI; como el resto del personal, es guardar secreto de lo conocido durante el ejercicio de un cargo que tiene, en la escala de la Administración, el rango de secretario de Estado.
La ley reguladora del Estatuto del Personal del principal servicio español de inteligencia establece en su artículo 73 que los hombres y mujeres del centro deberán «guardar la más estricta neutralidad política y sindical, acomodando sus actuaciones y su conducta, en lo referente a la prestación del servicio, al superior interés nacional, obrando por encima de criterios e intereses propugnados por grupos sociales, políticos, económicos o religiosos».
Como ocurre con otros reglamentos de Defensa y de Interior, el texto no exige ese rigor de neutralidad política a mandos de alto rango que dejaron el servicio, pero la costumbre y la política de imagen del centro lo ha venido haciendo tácitamente extensivo a los directivos después de concluido su mandato.
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