La catástrofe del 29 de octubre golpeó con fuerza a decenas de municipios de la provincia de Valencia que hoy, a punto de finalizar el mes de abril, tienen cicatrices y aún demasiadas heridas abiertas. Muchos ascensores no funcionan, la iluminación de algunas calles muestran remiendos provisionales, hay numerosos garajes aún inservibles y, lo peor, el dolor de muchos vecinos por las pérdidas que dejó la avenida.
Uno de los pueblos más afectados fue Aldaia, con un alto porcentaje del núcleo urbano inundado y calles que llegaron a acumular cerca de 2 metros de agua y lodo. La combinación del barranco de La Saleta y del Poio fue fatal, allí la crecida relámpago se llevó la vida de 6 personas. Al día siguiente, los habitantes de esta localidad de l’Horta arrimaron el hombro, primero para dar consuelo y después con el objetivo de recuperar cuanto antes la normalidad. Hoy es una de las más aventajadas en esto último.
Ahora el Ayuntamiento de este municipio ha aceptado el reto propuesto por la Associació Valenciana de Meteorologia (AVAMET), en el que también participa Meteored: la organización de una de las jornadas divulgativas más ambiciosas desde que ocurrió el desastre.
El sábado 10 de mayo, el auditorio TAMA de Aldaia acogerá el evento ‘DANA 29-O: causas, impactos y lecciones’, llamado a acoger ponencias de meteorólogos, expertos en planificación del territorio y periodistas especializados de reconocido prestigio: Vicente Aupí, José Ángel Núñez, Carlos Sanchis, Enrique Moltó, Victoria Rosselló, Rafael Armengot, Ana Camarasa y un servidor.
Esa jornada está concebida como un soplo de ciencia fresca, no se van a buscar reproches sobre la tarima y tampoco en el patio de butacas, el objetivo es explicar y aprender de lo ocurrido con tal de proponer mejoras en la gestión del territorio, porque estos fenómenos meteorológicos extremos están aumentando. Y nos tienen que coger confesados. Justo después de comer, también está previsto un estudio sobre el terreno de los puntos clave de la inundación de Aldaia.
La tormenta fue colosal, dejó hasta 771 litros por metro cuadrado (l/m2) en menos de doce horas en el municipio de Turís. La intensidad allí experimentada supuso un nuevo récord nacional, al descargar 184,6 l/m2 en una hora y hasta 42 l/m2 en tan sólo 10 minutos. No cabe duda de que en el prelitoral de Valencia se ‘rompió el cielo’, la parte natural nunca debe ponerse en entredicho. Tampoco la humana. Claramente, el episodio se vio agravado por una planificación defectuosa. Todo esto será analizado por los expertos y saldremos del auditorio con lecciones muy valiosas, no me cabe duda. La entrada será libre.