El atacante del Sevilla Dodi Lukébakio, que fue expulsado este jueves en El Sadar en el partido que los de Joaquín Caparrós perdieron ante Osasuna por soltar el codo ante Catena en una pugna por el balón, se ha arrepentido públicamente de su acción y ha pedido perdón al sevillismo.
“Errar es humano, pero con el VAR no hay excusas. Es inaceptable”, indicó el extremo belga en sus redes sociales, un mensaje que después borró y que cambió por otro. “Me duele de verdad, lo siento mucho Sevillistas. ¡El cariño que me dais es incuestionable!”, indicó el jugador, que vio la tarjeta roja directa en el minuto 32, ya con 1-0 en el marcador, dejando a su equipo con diez jugadores.
Cordero Vega, árbitro del encuentro, escribió en el acta que Lukébakio utilizó la violencia en su acción con Catena. “En el minuto 32 el jugador Dodi Lukébakio fue expulsado por golpear con el codo en la cabeza de un contrario con uso de fuerza excesiva, cuando este último le había sujetado en la disputa de balón, con el balón en juego y tras haber ejecutado el pase. El jugador recibió asistencia médica y pudo seguir jugando el partido”, explica el santanderino.
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El Sevilla presentará un recurso para intentar evitar la sanción, ya que los juristas entienden que hay un error de apreciación en la jugada, que no fue revisada por el VAR como sí hizo Cordero Vega en la expulsión de la que minutos después fue objeto el local Pablo Ibáñez, que vio la roja directa por una patada a Saúl que tras la revisión del vídeo se quedó en una simple amarilla.