El alcalde del Partido Popular de Málaga, ese que vende liberalismo de postureo, Francisco de la Torre, 30 años en el Ayuntamiento, pero que reconoce que jamás se ha subido a un bus municipal, parece que también desconoce que la capital de la Costa del Sol, la de los chiringuitos, playas, cruceros de lujo y turistas, esconde un submundo de casas semiclandestinas, precariedad “laboral”, chantajes, trata de seres humanos, condiciones insalubres y chulos y madames. Es la prostitución que se ejerce en Málaga con mujeres forzadas a trabajar sin descanso, sin medidas de protección, bajo amenazas veladas y continuas y teniendo que atender a numerosos clientes, puteros en realidad, uno detrás de otro.
Con este escenario lúgubre que recientemente denunciaba la prensa provincial, la Málaga turística, de pescaíto frito, hoteles de lujo, espetos y muy acogedora, convive con la repugnante de la explotación más ignominiosa y descarnada de la mujer, en muchas ocasiones obligadas a prostituirse para pagar deudas contraídas con sus proxenetas y bajo amenazas y violencia
El liberal De la Torre, el “cristiano” PP malagueño ha tenido ocasión ahora de dar un paso de gigante en su eliminación o al menos, en la reducción de este fenómeno de esclavitud femenina. Pero, no, no solo no ha querido, sino que ante una propuesta de la oposición, se ha unido en una alianza de la vergüenza a la extrema derecha hipermachista y defensora de la prostitución.
PP y Vox se unen y votan en contra de una ordenanza abolicionista respaldada por más de cien asociaciones de mujeres
De esta manera, el Ayuntamiento de Málaga se convierte en escenario del retroceso en derechos fundamentales. Los votos de la derecha y la ultraderecha, representados por PP y Vox, han impedido la creación de una nueva ordenanza abolicionista contra la prostitución propuesta por los socialistas, respaldada por el Consejo Sectorial de las Mujeres y más de cien asociaciones feministas. Una mayoría de derechas ha vuelto a mirar hacia otro lado ante una forma brutal de violencia machista que explota a mujeres en situación de vulnerabilidad.
Esto no es Pretty Woman
La concejala socialista Rosa del Mar Rodríguez no ha dudado en denunciarlo con contundencia: “Esto no es una película romántica como Pretty Woman. Se trata de explotación sexual a plena luz del día, en nuestra ciudad, con mujeres obligadas a ejercer sin descanso, sin protección, incluso durante la menstruación, y bajo amenazas constantes. Esto es violencia y es esclavitud del siglo XXI”.
Su propuesta buscaba acabar con esa realidad con una ordenanza clara y efectiva. Pero la derecha municipal, esa que presume de valores familiares mientras cierra los ojos ante redes de trata, ha optado por frenar el avance. La ordenanza, lejos de criminalizar a las víctimas, planteaba medidas de apoyo integral: atención psicológica, recursos residenciales, orientación laboral… pero eso tampoco ha sido suficiente para despertar la sensibilidad de quienes gobiernan.
La derecha, la cristiana, liberal y garante de los derechos de la mujer, cierra los ojos ante este modo de esclavitud del siglo XXI y también se tapa los oídos, mientras camina contenta por el Paseo del Parque oyendo y silbando la banda sonora de Pretty Woman con sus auriculares inalámbricos de marca
La presidenta de la Plataforma Violencia Cero, Carmen Martín, lo ha dejado claro: “Estamos hablando de derechos humanos. Las administraciones no pueden seguir amparando esta forma de violencia bajo la excusa de la libertad individual. Si no están del lado de las víctimas, están del lado de los proxenetas y los puteros”. Martín ha dado un dato muy relevante como es que la propuesta había sido consensuada por más de cien asociaciones de mujeres de Málaga. Pero la derecha, la cristiana, liberal y garante de los derechos de la mujer, cierra los ojos ante este modo de esclavitud del siglo XXI y también cierra los ojos, mientras camina por el Paseo del Parque oyendo y silbando la banda sonora de Pretty Woman con sus auriculares inalámbricos de marca.
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