MasOrange, el gigante de las telecomunicaciones nacido de la fusión de Orange España y MásMóvil, ha decidido cerrar por adelantado el ERE masivo que inició el año pasado y no cubrir todas las salidas previstas. La dirección de la teleco da por finalizado el despido colectivo con un total de 609 salidas de empleados, frente a las 650 pactadas con parte de los sindicatos. La compañía deja así sin cubrir 41 despidos forzosos que podía ejecutar hasta el próximo 30 de junio, según confirman fuentes sindicales.
El grupo nacido de fusión de MásMóvil y Orange España, ahora la mayor teleco del mercado español por número de clientes, ha cerrado el ERE con un total de 473 salidas voluntarias que solicitaron los propios empleados y también 136 despidos forzosos. En realidad, hay una 21 de bajas voluntarias que aún no se han materializado por un aplazamiento pactado con los trabajadores. En las últimas semanas, durante los meses de marzo y abril, la dirección del grupo había acelerado las salidas forzadas y ha ejecutado un total de 41 despidos.
Los sindicatos habían venido presionando en los últimos meses a la dirección de la operadora para conseguir que no se ejecutaran todas las salidas y dejar sin cubrir decenas de plazas del recorte de plantilla que aún estaban por asignar. MasOrange planteó un recorte de 650 empleos cuando abrió formalemente el ERE, pero sólo recibió 465 solicitudes para acogerse de manera voluntaria al ajuste hasta mediados de noviembre. Desde entonces la compañía ha ido ejecutando despidos forzosos, hasta un total de 136, y deja sin cubrir otros 41 de bajas obligadas.
El cierre por adelantado del ERE llega apenas unas horas después de que se conociera que MasOrange había conseguido imponerse en la batalla judicial para blindar los despidos. La Audiencia Nacional ha desestimado las demandas presentados por los sindicatos USO y CCOO para impugnar todo el proceso de despido colectivo, que la operadora pactó el año pasado con los otros dos sindicatos con representación en la compañía, UGT y Fetico. El tribunal avalaba el ERE y confirmaba que concurrían causas económicas, productivas y organizativas suficientes para justificar el ERE y avala la legalidad del despido colectivo.
Las condiciones del ERE
El ERE pactado el pasado octubre por la dirección del nuevo gigante de las telecos españolas con una representación mayoritaria de sindicatos contempló finalmente la salida de 650 trabajadores, un 18% menos que las 795 salidas planteadas al inicio del proceso. La compañía también fue mejorando las condiciones del recorte de plantilla para conseguir un acuerdo que acabó provocando una guerra entre sindicatos con UGT y Fetico apoyando el pacto y CCOO y USO recurriendo el ERE ante la Audiencia Nacional para tratar de anularlo.
Las indemnizaciones propuestas para los afectados eran de entre 34 y 47 días por año trabajado para los empleados que se inscriban de manera voluntaria al ERE, con un máximo de 24 mensualidades. Si no se cubría con bajas voluntarias todo el recorte previsto, la compañía podía ejecutar despidos forzosos. Para los despedidos forzosos la indemnización bajaba con carácter general hasta entre 33 y 45 días por año, también con un límite de 24 mensualidades, pero para mayores de 63 años sería de 20 días por año y un límite de 12 mensualidades.
La compañía también pactó una prima extra de 3.000 euros para los afectados con una antigüedad de menos de 8 años en el grupo, de 8.000 euros para entre 9 y 12 de antigüedad y de 15.000 euros para los trabajadores con más de 12 años en la compañía. La suma de todos los conceptos no podía superar un tope máximo de 300.000 euros. El grupo finalmente amplió la garantía de empleo para no ejecutar nuevos despidos colectivos hasta el 30 de junio de 2026. Y también retiró la cláusula de no competencia, que prohibía a los trabajadores que abandonen el grupo trabajar en otras telecos rivales (durante 6 meses en el caso de los empleados que salgan de la compañía y durante todo el tiempo en que siguen percibiendo rentas en el caso de los prejubilados).