El vivo al hoyo

Un fotograma de ‘Los puentes de Madison’, de cuyo estreno se cumplen 30 años.

Me encuentro leyendo una noticia celebrativa sobre Los puentes de Madison y si Francesca debió o no haber bajado de la furgoneta, y salto enseguida a otro enlace que a su vez me lleva a otro artículo sobre la película. De ahí pirueteo a otro más. Y de nuevo otro brinco. Así durante un rato, de aquí para allá, sin orden ni concierto. Cuando quiero darme cuenta, llevo 45 minutos leyendo sobre la filmografía de Clint Eastwood; sobre por qué hace 30 años nos impactó esa película; sobre qué habría pasado si Meryl Streep y Clint Eastwood hubieran huido juntos de aquel inapetente condado de Iowa y sus condenados puentes; sobre por qué los hijos de la Meryl Streep de ficción son tan irritantes y sobre los tipos de manivela que pueden llegar a tener las furgonetas norteamericanas y qué pasará ahora con la cadena de producción de manivelas si se le suben los aranceles.

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