«Pese a la zona y la fama que a veces injustamente le acompaña, contamos con alumnos excelentes a los que queríamos prestarles una atención especial». De esta forma se expresa Marcos Morcillo, jefe de estudios del instituto Gran Vía de Alicante, un centro de Secundaria y Formación Profesional con un alto índice de alumnos inmigrantes y de etnia gitana, que ha puesto en marcha un aula para aquellos estudiantes que sacan las mejores notas. Se trata de un espacio, dotado con tecnología puntera, en el que realizan actividades complementarias con el objetivo de premiarlos y mantenerlos motivados para que sigan adelante con sus estudios.
El instituto Gran Vía está situado en la Zona Norte, y según destaca Marcos Morcillo, «estamos sacando adelante numerosos proyectos». Uno de los más interesantes, añade, es el del Grupo de Alto Rendimiento Académico (ARA). Según sus palabras, «nuestro centro, principalmente con población inmigrante y gitana, tiene también alumnado con un alto rendimiento y un expediente brillante. Por eso, y expresamente para ellos, hemos creado este grupo, dónde semanalmente, y bajo la coordinación del departamento de Orientación, realizan actividades diversas».
«Esta es una forma de valorar y premiar la trayectoria académica en el centro»
En este sentido, y en otro contexto y un aula diferente, realizan desde lecturas dialógicas hasta talleres de habilidades sociales, pasando por creatividad y mindfulness, entre otras cuestiones.
«Queremos poner en valor su trabajo. El alumnado bueno también necesita atención y espacio»
Y no resulta sencillo acudir a esta aula, denominada Ateca, dado que el criterio de selección para este grupo de alumnos es que obtengan una nota media de un 9 o superior, con la finalidad de trabajar contenidos que están fuera del currículum, además de, insiste Morcillo, «valorar y premiar su trayectoria académica en el centro». De igual forma, se aprovecha esta iniciativa para pasar al alumnado el cuestionario de AACC, para conocer si, además de alto rendimiento, tienen también altas capacidades.
«Les damos píldoras de conocimiento y contenido que no están en el currículum»
Y es que, según señala Mercedes García, también jefa de estudios em el instituto, «lo que pretendemos es poner en valor el gran trabajo de estos alumnos y alumnas y sus resultados. El alumnado bueno también necesita atención y espacio».
«Es un espacio de desarrollo del talento para un grupo muy heterogéneo en cuanto a procedencia»
Al aula Ateca acuden una veintena de alumnos, donde se imparten los conocimientos por parte de Carla Puig y Blanca Ribelles, pertenecientes al departamento de Orientación. Según explica la primera de ellas, «lo que les damos a los estudiantes son píldoras de conocimiento y contenido que no están en el currículum académico. Abordamos la neurociencia, la creatividad literaria, tertulias, resolvemos conflictos desde un punto de vista igualitario, fomentamos la lectura de los clásicos». Se trata, enfatiza, de «una prueba piloto que estamos desarrollando desde el pasado mes de enero y que, de momento, se está revelando como una experiencia de éxito que ha suscitado mucho interés».
En parecidos términos se expresa Blanca Ribelles, quien señala que el aula «es un espacio de desarrollo del talento, que abordamos, además, a través de un proyecto interdisciplinar dirigido a un grupo muy heterogéneo en cuanto a procedencias, pero que tiene en común su alto rendimiento académico».
«Ampliamos conocimientos en cuestiones que no abordamos en las clases habituales»
Y lo cierto, a la vista de lo que opinan los alumnos que conforman este grupo, es que los resultados están siendo positivos. Así lo opina César Fuster, que cursa tercero de ESO, quien señala que «lo que aprendemos en esta aula es muy interesante y nos sirve para ampliar conocimientos en cuestiones que no abordamos en las clases habituales».
Los ordenadores y los medios audiovisuales están presentes en el aula como herramienta para realizar los talleres. / Héctor Fuentes
También es de la misma opinión Daniela Gil, de primero de ESO. «La verdad es que me gusta, porque aprendes cosas que no salen en clase. A mí me resulta todo muy atractivo, en especial, lo relacionado con las neurociencias, porque aprendemos sobre el cerebro», enfatiza.
«Es todo muy atractivo, en especial lo relacionado con las neurociencias y el cerebro»
Mariama Caye, también de primero de ESO, es española, aunque sus padres son de Senegal. Apunta también que los conocimientos que se imparten en el aula son muy interesantes. «Me gustan, sobre todo, los talleres sobre salud mental, aunque todo resulta muy atractivo», señala.
«Me gustan, sobre todo, los talleres que están relacionados con la salud mental»
En la misma línea se expresa Ouassim Tighlit, argelino, que lleva diez años en Alicante y cursa igualmente primero de ESO. Según sus palabras, lo que aprende en este grupo «me parece muy divertido y me motiva de cara al futuro». De hecho, ya tiene claro que quiere estudiar una carrera, nada menos que la de Biología Terrestre y Marina.
«Me motiva de cara al futuro y ya tengo claro que estudiaré Biología Terrestre y Marina»
Ateca es un aula que se podría denominar del futuro, con la tecnología más puntera en materia de ordenadores, realidad virtual y medios audiovisuales, instrumentos todos ellos que se utilizan para impartir los diferentes talleres.
Marcos Morcillo, el jefe de estudios, remarca la importancia de esta iniciativa. Según sus palabras, «aquí, como digo, contamos con muchos alumnos que necesitan mucho refuerzo porque les cuesta sacar adelante sus estudios, y resultaba hasta injusto que a los que sacan las mejores notas no se les prestase la atención que merecen. De ahí la puesta en marcha de esta aula, que premia el alto rendimiento de estos estudiantes, porque son nuestro presente y, también, nuestro futuro».
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