«El papa Francisco ha hecho un esfuerzo enorme por abrir la Iglesia y que pueda ser el espacio para acoger todas las realidades sociales y darles respuesta desde el Evangelio». Así lo afirma Higinio Pi Pérez, superior de la comunidad de Jesuitas de Alicante, orden a la que pertenecía el desaparecido pontífice.
Pi se ha mostrado algo conmocionado con la noticia de su muerte pues «aunque estaba enfermo ha sido un poco repentina. No es fácil decir en pocas palabras lo que han sido casi doce años de pontificado», ha señalado sobre Francisco, el primer papa jesuita de la Iglesia católica.
«Laudatio si»
A la hora del adiós, sí ha querido destacar del santo padre su «enorme legado en el cuidado de la casa común y la sensibilidad medioambiental que él ha tenido. Una preocupación por la ecología que el papa recogió en su encíclica «Laudatio sí», promulgada por Francisco en mayo de 2015, a la que se ha referido el superior jesuita, centrada en el cuidado del entorno natural y de todas las personas, así como en cuestiones más amplias de la relación entre Dios, los seres humanos y la Tierra.
Respecto a la relación con la orden, el sacerdote jesuita ha recordado su faceta como jesuita argentino y las situaciones que vivió en su país .»Nosotros siempre hemos tenido con él una relación tremendamente afectuosa y ha sido profundamente cariñoso con los jesuitas. En todos sus viajes ha tenido una reunión con los jesuitas o una celebración con ellos. También en Roma ha estado muy cercano siempre a nuestro general y es un legado de agradecimiento que la compañía haya podido ofrecer a la Iglesia una persona como el papa Francisco».
Ideas por desarrollar
Sobre si el pontífice ha podido llevar adelante todos los proyectos que tenía para revolucionar la institución eclesiástica, el representante de la Compañía de Jesús ha apuntado que «a todos nos falta tiempo. Tenía más ideas por desarrollar, por intentar ir poco a poco ayudando a la Iglesia a responder a los retos que plantea cada tiempo y cada sociedad».
«Le habrá faltado tiempo para cumplir su deseo de la Iglesia como expresión más evangélica de la vida de Jesús. En eso siempre falta tiempo. A todos los papas les ha faltado en su deseo de hacer una Iglesia más cercana a los valores evangélicos siempre».
Al superior jesuita en Alicante le gustaría no tanto que el próximo Papa sea también de esta misma orden (hay candidatos en las quinielas) como que, quien resulte elegido, continúe con el ejemplo del recién desaparecido máximo mandatario católico. «Se habla de muchos candidatos. En su momento no se hablaba de Bergloglio (el pontífice fallecido) y salió él. Es bastante complicado. Ahora salen muchos nombres, de todo tipo. Lo importante es que el legado de Francisco perdure también en la Iglesia, como los legados de otros papas».
Sensibilidad y autenticidad
Así, espera que se mantenga durante el tiempo su legado de apertura, de sensibilidad con los más vulnerables, con la realidad ambiental, su deseo profundo de la autenticidad de la Iglesia con la vida de Jesús y los valores evangélicos. «Este legado y el impacto de sus signos, que ha hecho muchos, que esto se quede en la Iglesia»
Y no solo el legado. «También sus palabras y su deseo siempre ferviente de que los sacerdotes se acerquen siempre más y más a los más débiles, a las necesidades de la gente, a la apertura, a estar acompañando y viviendo con todos los que necesitan una palabra de consuelo y alivio en este momento».
De ahí que a la hora de su marcha recuerde lo significativo de una expresión muy suya de «oler a oveja» como un mensaje para el futuro. Esa expresión del santo padre se hizo famosa a la vez que polémica, «que los sacerdotes huelan a oveja es el símbolo de decir que estén en medio de las necesidades de todos los hombres y de todas las mujeres, que las conozcan».