Los futuros de Wall Street apuntan al alza por quinta jornada consecutiva. En los últimos cinco días, el Dow Jones ha repuntado un 2%, mientras que el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq cifran sus avances en un 2,6 y en un 3,2%, respectivamente.
El mercado está completamente pendiente de la lectura de inflación de Estados Unidos de septiembre. El consenso espera que se modere una décima, hasta el 3,6%, y cualquier lectura negativa podría hacer retroceder a la renta variable, que ayer recibió una lectura sorprendentemente alcista del índice de precios de producción de la primera economía del mundo.
Esto se debe a que todavía no parece estar claro cuál será la próxima decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Las actas de la reunión de septiembre publicadas ayer evidenciaron la división entre funcionarios del banco central estadounidense, que no consiguieron alcanzar un consenso sobre si sería necesaria o no una nueva subida de los tipos de interés en lo que resta de año, aunque sí se pusieron de acuerdo en que los tipos necesitarían estar en niveles restrictivos durante más tiempo para conseguir domar la inflación.
Las últimas declaraciones de los miembros de la Fed reflejan esta divergencia de opiniones. Este martes, el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, optó por una postura ‘dovish’ y dijo que considera que la política monetaria es lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación al 2%. Por el contrario, el gobernador de la Fed, Christopher J. Waller, y el presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, dos de los más reconocidos ‘halcones’ del banco central se mostraron partidarios de «seguir trabajando» para conseguir el objetivo de inflación y anunciaron que podrían ser necesarias más subidas de los tipos de interés.
«La probabilidad de que no se suban los tipos en noviembre superó el 90% tras las actas de la Fed, mientras que a principios de esta semana se situaba en torno al 70%. Los futuros de los fondos federales de EEUU también cotizan por encima del 70% para una no subida en diciembre, mientras que esta probabilidad se acercaba al 50/50 hace unos días», explica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
De igual modo, esta experta subraya que el retroceso de los bonos del Tesoro estadounidense y del dólar, dos de los principales impulsores de este rebote de la renta variable, no se debe únicamente a un rápido movimiento hacia activos refugio, sino también está impulsado por las expectativas de una Fed más laxa.
«Esta es sin duda la razón por la que también vemos que el S&P500 amplía las ganancias por cuarta sesión consecutiva. El S&P500 ha ganado todos los días desde que comenzaron las tensiones en Oriente Medio. Si los rendimientos hubieran bajado sólo por la guerra de Oriente Medio, los activos de riesgo -como la renta variable- se habrían quedado atrás. Pero no es así. Los inversores compran acciones, compran bonos y también compran algo de oro y francos suizos para cubrirse», asegura Ozkardeskaya.
EMPRESAS Y OTROS MERCADOS
En el plano empresarial, Domino’s Pizza o Delta Air presentan sus cuentas, a la espera de que la temporada de resultados se dé oficialmente por iniciada este viernes una vez publiquen bancos como BlackRock, Citi, JP Morgan y Wells Fargo.
En otros mercados, subidas en el petróleo. El crudo Brent repunta un 1,1% hasta los 86,76 dólares y el WTI, un 0,83% hasta superar los 84 dólares.
De su lado, el euro sube levemente frente al dólar (+0,05%, 1,0623). Además, la onza de oro remonta un 0,37% hasta los 1.894 dólares y la plata, un 0,91% hasta los 22,33 dólares.
El bitcoin cede hasta los 26.700 dólares y el rendimiento del bono estadounidense a 10 años cae al 4,56% y baja casi 3 décimas respecto al viernes pasado.