descubre las claves de la juventud con Rafael Guzmán

El miedo a envejecer mal es una preocupación universal. La buena noticia es que, según el especialista en Medicina del Estilo de Vida, Rafael Guzmán García, podemos hacer mucho más de lo que pensamos para ralentizar el paso del tiempo y ganar calidad de vida. Así lo revela en su libro “Cómo llegar joven a viejo: Las claves de la juventud”, una guía práctica que invita a revisar nuestros hábitos y recuperar la salud desde lo cotidiano.

«El envejecimiento no debería asustarnos, lo que realmente debería preocuparnos es envejecer mal», afirma Guzmán. Según el autor, “vivimos obsesionados con la edad cronológica, cuando lo importante es la edad biológica, y esa, en gran medida, la decides tú con tus hábitos”.
La juventud no es un milagro, es un estilo de vida.

Lejos de prometer soluciones mágicas o fórmulas imposibles, Guzmán ofrece en su libro herramientas prácticas basadas en evidencia científica para mejorar la salud desde hoy mismo. «Es un libro de aplicación inmediata, terminas de leerlo y puedes empezar a implementar cambios que ralentizan el envejecimiento y aportan calidad a cada año que te queda por vivir», señala.

En sus páginas, el autor desmonta mitos y destaca prácticas que a menudo pasamos por alto, como cuidar el nervio vago —ese gran desconocido—, la importancia de reír, de cantar o incluso de entrenar nuestro olfato. «Nuestro estilo de vida determina el 80% de nuestra salud futura», recuerda. 

El sedentarismo, el asesino silencioso  

Uno de los datos más impactantes que Guzmán comparte en el libro es la relación entre sedentarismo y mortalidad. «El sedentarismo mata más que el tabaco, y sin embargo lo seguimos viendo como algo inofensivo», alerta. Según sus datos, en España cada día mueren alrededor de 150 personas por enfermedades derivadas de la falta de actividad física.

Su recomendación es simple y efectiva: «Ponerse una alarma cada 45 o 50 minutos, levantarse, moverse un par de minutos y volver a sentarse puede marcar la diferencia entre una vida saludable o una llena de patologías». 

El libro también destaca el papel de la alimentación en la longevidad, pero va más allá de las recomendaciones habituales. «El aceite de oliva virgen extra debería estar en el botiquín, no en la despensa, es un auténtico fármaco natural», subraya Guzmán. Además, destaca alimentos olvidados como las alcaparras, el huevo ecológico, la manzana o los arándanos, por su efecto protector sobre genes y células.

«No se trata de hacer dietas milagro, sino de integrar alimentos que la ciencia ya ha demostrado que alargan la vida y protegen contra enfermedades», explica. 

Más allá de la dieta y el ejercicio, Guzmán pone el foco en otros factores que afectan a la longevidad y que muchas veces no se consideran: el estrés crónico, la falta de sueño reparador, la soledad y la ausencia de un propósito vital. «No tener un ‘por qué’ para levantarse cada mañana es tan perjudicial como fumar o llevar una mala alimentación», afirma rotundo.

El autor insiste en que la clave para vivir más y mejor está en pequeños cambios acumulados: «Nuestro cuerpo es extremadamente agradecido. Incluso el menor de los cambios genera la mayor de las respuestas. Nunca es tarde para tomar las riendas de nuestra salud».
Una invitación a actuar

El libro “Cómo llegar joven a viejo” es más que un manual, es un llamado a la acción, una hoja de ruta para quienes no quieren resignarse al deterioro asociado a la edad. «Mi intención es que no se quede en la estantería, sino que sea un libro que se subraya, se consulta y se practica», concluye Guzmán.

El libro deja muy claro que envejecer bien no es una cuestión de suerte, es cuestión de hábitos.

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