Sin gracia. Sin energía. El Fabril fue víctima de su relajación ante un Salamanca que se jugaba media vida y salió victorioso de Abegondo. Un golazo imparable de Galván desequilibró la balanza después de una espesísima primera parte y un segundo tiempo en el que, simplemente, no dio tiempo. El Langreo podría arrebatarle este domnigo la quinta plaza al filial si gana al Llanera.
El ritmo frenético de los primeros tres minutos contradijo a todo lo que vino después, mucho más lento y apagado. El Fabril arrancó bien. Mané y Kevin Sánchez amenazaron al Salamanca con dos buenas ocasiones de gol que se quedaron en eso, en dos advertencias.
Como si la lluvia hubiese calado los huesos de los jugadores hasta el punto de amordazarlos, el Fabril no fue capaz de darle continuidad y muy rápido se apagó. El campo no ayudaba a darle ritmo al juego. Tampoco el exceso de calma del cuadro blanquiazul, en el que solo algún balón largo a Mané parecía activar la fase ofensiva. El 17, esta vez, se quedó seco ante el pegajoso Souley, excelente marcador zurdo que dificultó las progresiones del extremo.
Fabi, inadvertido durante gran parte del encuentro, tuvo la más clara del primer tiempo tras un buen robo en una presión alta. El extremo diestro estuvo atento para saltar en el momento oportuno y llevarse un pase que quedó corto. Tras plantarse ante el portero, Jonvi detuvo el primer intento y, cuando quiso llegar Kevin para el rebote, intervino de nuevo el meta visitante en una doble atajada de mucho mérito.
La diversión y el sol se escondieron durante todo el primer tiempo, pero para cuando el Fabril quiso despertar, el partido ya estaba cuesta arriba. Nada más arrancar la segunda parte, tras una gran parada de Hugo Ríos, Galvan cazó un rebote que clavó por la escuadra. Un disparo imparable para poner al Salamanca por delante.
El filial despertó tarde. El Salamanca aprovechó la ventaja y protegió su portería. El equipo de Manuel Pablo se volcó con más fe que juego. El canario dio entrada a Luisao y Bil Nsongo en ataque, pero el gol se resistió. Kevin, a los 57 minutos, aprovechó un balón largo para anotar, estaba en fuera de juego. Ayer no era el día del equipo.
El tiempo corrió en contra y los nervios descontrolaron al equipo. Incapaz de llegar combinando, lo intentó directo, y ahí el equipo salmantino no flaqueó en ningún momento. Tampoco la entrada de Germil en ataque permitió al Fabril tener algún remate entre los tres palos. La derrota deja al filial con un solo triunfo en los últimos cinco partidos. Con 48 puntos, el Langreo podría superarle este domingo y el Rayo Cantabria igualarle.