Un Martes Santo con incertidumbre que acabó brillando en Córdoba

El Martes Santo amaneció en Córdoba con el cielo encapotado y el corazón de los cofrades encogido. La meteorología volvió a condicionar el arranque de una jornada que comenzó con la incertidumbre como protagonista. La Agrupación de Cofradías decidió retrasar oficialmente media hora el inicio del día, un movimiento prudente que permitió ganar tiempo y tomar decisiones más ajustadas a la evolución del cielo.

  La Hermandad Universitaria fue la primera en dar el paso, echándose a la calle con determinación y fe, abriendo así una jornada que, pese a todo, acabaría por brillar. La nota amarga llegó poco después: la Hermandad de la Sangre, tras solicitar una prórroga para valorar la situación, finalmente optó por suspender su estación de penitencia, una decisión difícil pero que primó la seguridad de sus hermanos y el cuidado de su patrimonio.

Con la media hora de cortesía activada para el resto de cofradías, la jornada siguió adelante.

 La Agonía, el Buen Suceso, la Santa Faz y el Prendimiento tomaron también la valiente decisión de salir a la calle, desafiando los pronósticos con el respaldo de una tarde que, aunque acumuló algunos retrasos, terminó regalando estampas de enorme belleza y devoción. 

La Carrera Oficial se desarrolló con el siguiente orden de paso: Universitaria, Agonía, Buen Suceso, Santa Faz y Prendimiento. A pesar de los inevitables ajustes en los horarios, Córdoba volvió a vivir un Martes Santo intenso, lleno de emoción, de fe compartida y de cofradías que, una vez más, supieron adaptarse a las circunstancias sin perder el sentido profundo de su estación de penitencia.

El día, que empezó con preocupación, acabó siendo un regalo.

 El Martes Santo volvió a dejar huella en la Semana Santa cordobesa.

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