Nuevo golpe de escena de Francisco. En una decisión no anunciada, el Papa ha reaparecido este domingo en la plaza de San Pedro, al final de la misa dominicial. Vestido con su habitual atuendo blanco y sentado en una silla de ruedas, el pontífice argentino solo ha pronunciado, con voz aún débil, unas breves palabras, mientras decenas de fieles y turistas, sorprendidos, le sacaban fotos y le aplaudían.
«Buen domingo a todos. Muchas gracias», ha dicho a continuación el Papa, en su primera aparición desde su salida del hospital Gemelli de Roma. Allí donde estuvo ingresado hasta el pasado 23 de marzo, por una bronquitis que derivó en neumonía y puso su vida en peligro al menos dos veces.
El Papa hizo su reaparción en coincidencia con el llamado jubileo de los enfermos, dedicado a los que sufren patologías y uno de los tantos actos en curso en el marco del gran Jubileo convocado este año por la Iglesia católica.
Necesidad de apoyo
«En este momento de mi vida comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás para muchas cosas, de tener necesidad de apoyo«, confesó Francisco, de acuerdo con un texto escrito por él y también leído este domingo durante las ceremonias en la plaza de San Pedro.
«No es siempre fácil, pero es una escuela en la que aprendemos cada día a amar y a dejarnos amar, sin pretender y sin rechazar, sin lamentar y sin desesperar, agradecidos a Dios y a los hermanos por el bien que recibimos, abandonados y confiados en lo que todavía está por venir», añadió el Papa.
Aunque que se presentara en persona en la plaza no había sido anunciado, el Vaticano, que sostiene que la salud del Papa sí va mejorando gradualmente, sí había dado a entender que eran posibles gestos del Papa, actualmente en convalecencia por un periodo de dos meses.