Hay un detalle del vestuario de Diego Simeone que no ha pasado desapercibido en esta edición de la Copa del Rey. El largo recorrido del Atlético de Madrid hasta las semifinales ante el Barça ha tenido un protagonista inesperado: el chándal.
El técnico argentino ha dejado aparcado su habitual traje negro y ha dirigido todos los partidos del torneo vestido con ropa deportiva. ¿La razón? Una superstición que, hasta ahora, le ha funcionado.
Según reveló la Cadena COPE, Simeone decidió apostar por el chándal desde el debut copero en Vic. Desde entonces, no ha vuelto al traje. El cambio, más que estético, responde a una «cábala» que el entrenador del Atlético de Madrid sigue con convicción en busca de buena fortuna en una competición que se le resiste desde hace años.
El camino rojiblanco hasta las semifinales ha sido impecable. Al no disputar la Supercopa, el Atlético arrancó desde la primera ronda y fue superando eliminatorias con autoridad: Vic (0-2), Cacereño (0-3), Marbella (0-1), Elche (0-4) y Getafe (5-0). En todos esos encuentros, Simeone repitió indumentaria, fiel a su ritual y con resultados inmejorables.
También en las semifinales frente al Barça mantuvo la costumbre: tanto en la ida en Montjuïc como en la vuelta en el Metropolitano, el técnico argentino volvió a confiar en su chándal de la suerte.