Cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene que elegir a un nuevo presidente, las puertas se cierran y las especulaciones se disparan. En tiempos de comunicaciones instantáneas y globales, se impone el secretismo y las puertas cerradas: la ceremonia, en algunos aspectos, recuerda a un cónclave vaticano.
Quizá por eso fascina y atrae a partes iguales; no en vano está en juego el nombre del nuevo dirigente del olimpismo mundial, que podrá estar en el cargo un máximo de doce años, con un mandato de ocho años extensible a cuatro.
Aquí aparece el primer matiz: la condición de miembro del COI se extingue por reglamento al cumplir los 70 años, así que algunos de los aspirantes tendrían que acogerse a posibles excepciones o moratorias.
El nombre del nuevo presidente o presidenta se dará a conocer en la 144ª sesión del COI, que se celebra entre el 18 y el 21 de marzo en un lugar emblemático, la ciudad griega de Olimpia.
Será, concretamente, el jueves 20 de marzo, alrededor de las tres de la tarde, según el horario peninsular, cuando Thomas Bach, presidente saliente, anuncie el nombre de su sucesor.
¿Quiénes son los aspirantes?
Siete candidatos optan a ser elegidos: el francés David Lappartient, el español Juan Antonio Samaranch, el británico Sebastian Coe, el japonés Morinori Watanabe, el sueco-británico Johan Eliasch, el príncipe jordano Feisal Al Hussein y la zimbabuense Kirsty Coventry, que aspira a convertirse en la primera mujer al frente del COI.
La carrera concluirá en Olimpia (concretamente, en Costa Navarino, una especie de resort a una hora de la mítica ciudad griega), pero ya arrancó meses atrás, el 15 de septiembre de 2024, el último día en el que los candidatos podían presentar sus proyectos.
Los siete candidatos a presidir el COI, en Lausana. / IOC
Estrictas normas en la campaña
Desde ese día, los siete aspirantes han tenido que atenerse a unas normas estrictas: se trata de una campaña electoral atípica, en la que no se admiten «comparaciones con otras candidaturas», según el reglamento del COI, y que se lleva a cabo más de puertas adentro que de manera pública.
El uso de las redes sociales está muy restringido. «Los miembros del COI pueden dar ‘me gusta’ a un candidato, pero está prohibido que apoyen campañas públicas», apunta el reglamento.
La normativa también habla de los viajes de los candidatos. «Los candidatos evitarán gastos excesivos», advierte el COI, que también pide a los aspirantes que informen al comité de ética «con diez días de antelación» sus viajes electorales. Los mitines y los regalos a los miembros del COI están prohibidos.
El acto central de campaña tuvo lugar el pasado 30 de enero, cuando los candidatos expusieron ‘in situ’ sus proyectos a los miembros del COI.
Todo ello como preámbulo a la reunión que coronará al nuevo presidente del organismo.

Juan Antonio Samaranch, candidato a la presidencia del COI. / IOC
A puerta cerradísima
El nuevo presidente saldrá elegido en una votación secreta. «Completamente a puerta cerrada», según la normativa del COI, y que por tanto no será retransmitida. Será grabada, pero solo para que conste en los archivos del Comité Olímpico Internacional. Se trata de una votación similar a la que se lleva a cabo cuando se elige una ciudad como sede olímpica.
Solo los miembros del COI y las personas designadas por el director general del organismo para facilitar el proceso pueden entrar en la sala. Para evitar filtraciones, se prohíben y se recogen antes de la entrada todos los dispositivos móviles.
Los compatriotas tienen que abstenerse
Votan los miembros del COI. Formalmente, son 109, pero existe un matiz importante: los compatriotas de los aspirantes tienen que abstenerse. Es decir, los miembros españoles del COI (en este caso son dos, Marisol Casado y Pau Gasol) no pueden votar a Juan Antonio Samaranch (que en cambio, sí que puede votarse a sí mismo).
En la misma línea, los miembros británicos del COI (tres; la princesa Ana, sir Craig Reedie y Hugh Robertson) no podrán votar por Sebastien Coe o por Johan Eliasch, nacido en Suecia pero con nacionalidad británica. Y así sucesivamente, los franceses no podrán votar por Lappartient, los japoneses por Watanabe, etc.
Esa circunstancia reduce el número de los miembros que pueden votar en la primera ronda. Los dos españoles, cuatro franceses, tres japoneses y tres británicos (las nacionalidades de los candidatos) no podrán votar; por lo que de 109 votantes se pasa a 97 en la primera ronda.

Kirsty Coventry, candidata a la presidencia del COI. / IOC
¿Qué son los votantes huérfanos?
Sin embargo, esa circunstancia conlleva otro matiz: los miembros del COI que han votado por un candidato ya eliminado, tienen que volver a votar por otro candidato, lo cual hace que el ‘plan B’ pueda tener tanto peso en la votación final como el ‘plan A’.
«Se van creando votantes huérfanos de su primera decisión y, en un par de minutos, tienen que decidir a su nuevo candidato», explica Juan Antonio Samaranch
Si un candidato obtiene la mayoría absoluta en la primera ronda de votación, será automáticamente elegido. Es bastante improbable que así suceda, por lo que cabe imaginar que se pasará a una segunda ronda: en ese caso, el candidato que haya obtenido menos votos queda eliminado.
El resto de candidatos vuelven a someterse a una nueva votación: en ese caso, los compatriotas del candidato eliminado ya pueden votar con normalidad.
Es decir, si Samaranch quedase fuera en la primera ronda, tanto Pau Gasol como Marisol Casado ya entrarían a votar en la segunda ronda.
Y así sucesivamente: en cada ronda, queda fuera el candidato menos votado.
Si dos o más candidatos empatan en votos y son, al mismo tiempo, los que menos votos han obtenido en una ronda, se llevará a cabo una votación intermedia solo entre esos dos (o más) aspirantes.

Sebastian Coe, candidato a la presidencia del COI. / IOC
¿En caso de empate, quién decide?
En el caso de que, en un pulso final entre dos candidatos, ambos empaten a votos, se llevarán a cabo nuevas rondas de votación hasta que uno obtenga más apoyos.
Si persiste el empate, el presidente del COI puede ejercer su derecho al voto de calidad. En teoría, el presidente no vota, a menos que tenga que deshacer un empate.
El encargado de ir comunicando los resultados al presidente es el presidente de los escrutadores al presidente del COI: al final de cada ronda, el presidente del COI no detallará el número de votos de cada candidato, sino que se limitará a anunciar el nombre del candidato eliminado.

Los siete candidatos, en las instalaciones del COI. / IOC
Tres escrutadores
El voto se emite mediante un sistena electrónico. Si fallase, «el presidente podrá decidir proceder utilizando cualquier otro medio de votación secreta que considere apropiado», según el reglamento.
Antes de dar comienzo a la votación electrónica se lleva a cabo una prueba para probar la fiabilidad del sistema. Tres escrutadores controlarán todo el proceso: un miembro honorario del COI, un notario suizo y un miembro independiente de la Comisión de Ética del COI.
Cada uno de los candidatos concurre con un número de orden mediante un sorteo, que se celebró en la reunión de la Comisión de Ética del COI el pasado 25 de noviembre de 2024.

David Lappartient, candidato a la presidencia del COI. / IOC
Cuando un candidato obtenga el número de votos necesario para ganar el proceso, el presidente del COI informará de que el proceso ha terminado.
Se abrirán entonces la sala para dar entrada a las cámaras, momento en el que Bach anunciará el nombre del ganador.
Solo al final del proceso se harán públicos los resultados de todas las rondas de votación. El mandato del nuevo presidente comenzará oficialmente el 24 de junio de 2025.
También se nombrará a un nuevo vicepresidente, por la retirada de Nicole Hoevertsz.