La jueza de Barcelona Maria Antonia Coscollola que investiga a tres mossos d’Esquadra por la posible comisión de un delito de encubrimiento por ayudar presuntamente a expresidente Carles Puigdemont a huir de España el 8 de agosto del año pasado, tras su visita fugaz a Barcelona, ha solicitado a la policía de la Generalitat que detalle el operativo puesto en marcha para detener al expresident, al estar en vigor la orden de arresto cursada por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena. La magistrada también ha citado a declarar para el próximo 12 de mayo como testigos a cinco agentes del cuerpo policial.
Asimismo, la togada ha requerido a los Mosos que aporte los informes confeccionados por la Unitat Central d’ Analisi i Elaboració d’ Intel·ligencia Estrategica (UCAE) de la Comissaria General d’ Informació (CGINF) en relación con los planes para detener a Puigdemont y en especial el efectuado el 6 de agosto de 2024, días antes de que el expresidente apareciera en un acto preparado exprofeso para su vuelta a Catalunya celebrado en el Arc de Triomf de Barcelona.
La jueza también se ha interesado por el informe de los Mossos sobre el dispositivo adoptado para el arresto del expresident y el remitido al Tribunal Supremo en el que se explicaban los motivos que habían impedido la detención de Puigdemont, identificando a los agentes o cargos que lo elaboraron. Esta misma petición se ha realizado al Ministerio de Interior. La Dirección General de la Policía del Departament d’Interior suspendió en su día de forma cautelar de empleo y sueldo a dos de los tres agentes de los Mossos detenidos por ayudar a Puigdemont en su huida. El tercero estaba de baja y por eso no se pudo abrir un procedimiento administrativo contra él .
Posibles errores
La policía de la Generalitat admitió «errores técnicos y formales» en el dispositivo» para arrestar al expresidente en el informe que se remitió al juez instructor del procés, Pablo Llanera, aunque recocieron que nunca previeron que Puigdemont fuera a darse a la fuga antes de llegar al Parlament, donde se iba a declarar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
El escrito, firmado por el comisario jefe Eduard Sallent, reconocía que la llegada de Puigdemont para después huir no era «una posibilidad» que tuvieron en cuenta los Mossos y por eso todo el dispositivo estaba, pensado para que el expresidente acudiera al Parlament. Por eso, la vigilancia de agentes de paisano de la Comisaría de Información con el apoyo aéreo de drones siguieron al expresidente desde su intervención en el acto a su salida, pese a que se enfocó la atención en las autoridades cuando Puigdemont tenía un coche preparado para escapar.
Por eso, el informe entregado al Supremo indica que la policía no tuvo tiempo de reaccionar antes de la fuga, ya que hubo una «maniobra de distracción» organizada por «colaboradores próximos» al expresidente catalán. Los Mossos remarcan que los hechos se sucedieron con mucha rapidez, en un espacio lleno de personas y con un plan preparado, porque Puigdemont se puso una gorra y se quitó la americana antes de subir al coche, entró en una zona de carpas y vallas que dificultaba la visibilidad y los organizadores del acto instaron a acompañar al expresident al Parlament junto a la comitiva de autoridades.