No quedan prácticamente voces alternativas en las dos principales capas orgánicas de Vox a la corriente dura que representa Jorge Buxadé, tras la última remodelación interna que la organización ha afrontado esta semana, aprobada en la última reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), el lunes pasado. Unos cambios estructurales no comunicados públicamente y que solo se actualizaron en la página web del partido. Trascendieron los dos movimientos más determinantes. El primero, el nombramiento de Buxadé, vicepresidente de Vox, portavoz de la Acción Política y jefe de la delegación de Vox en la Unión Europea, donde ejerce de eurodiputado, como también coordinador jurídico de la agrupación. El segundo, el cambio en la gestión de las competencias de Gerencia, que por el momento siguen en manos de Juan José Aizcorbe, diputado por Barcelona.
El silencio de la formación al respecto, el arrinconamiento progresivo de la corriente más ‘liberal’, con salidas como la de Iván Espinosa de los Monteros, las dudas por la financiación de la Fundación Disenso -ha traspasado siete millones en cuatro años, según una investigación de eldiario.es- o las irregularidades de la que se ha hecho eco el Tribunal de Cuentas -también en otras formaciones como Más País-, hicieron que se relacionaran esos cambios con los movimientos políticos recientes y la incertidumbre que pueda genera el tema económico en las filas. De hecho, el partido ha remitido recientemente una carta a sus afiliados para tranquilizar el ambiente. Por ello, horas después de oficializar en la web los cambios, Vox matizaba los cambios.
Aizcorbe «seguirá con funciones de control y fiscalización en el Comité de Gestión reportando al Tesorero del partido», pero «acordó hace meses reducir su carga de trabajo y nombrar un nuevo gerente», que será Javier Cortés, cercano a Santiago Abascal, alineado con la corriente más radical y líder de Vox en Sevilla especializado en Economía. La elección de Buxadé, en cambio, como coordinador jurídico suponía la retirada del nombre de Marta Castro, la hasta el momento vicesecretaria jurídica de Vox. Tras la emisión de un comunicado en torno a la una de la tarde del viernes, el partido añadió bajo el concepto de ‘coordinador jurídico’ y al lado de Buxadé el nombre de Castro.
«Sigue siendo responsable de la asesoría jurídica del partido y nada ha cambiado en sus funciones desde hace un año. Buxadé asumirá la coordinación de toda el área jurídica del partido, que incluye la asesoría de Castro y las cuestiones relativas a derecho electoral», afirmaron fuentes de Vox. Con todo, aunque en sus redes sociales Castro mantiene en su descripción el cargo de vicesecretaria, no aparece como tal en la web de Vox.
La remodelación interna reduce la cúpula
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se mantiene intacto desde el cambio Javier Ortega Smith a vicepresidente -sin competencias claras- y la elección de Ignacio Garriga como secretario general. Ello tras el cisma abierto en octubre por los ataques externos de la disidente Macarena Olona, que abrieron las primeras fisuras públicas en un partido bunkerizado. Por tanto, Abascal encabeza el partido como presidente, a las vicepresidencias de Buxadé y Ortega sigue unida la de la Reyes Romero, y Garriga se mantiene como secretario general. Un máximo órgano de poder sin cuota de la corriente menos extremista y abierta en lo liberal del grupo.
Al tesorero Pablo Sáez se añaden los mismos cinco vocales de la dirección: María Ruiz, Roció de Meer, Enrique Cabanas, Pedro Fernández y Víctor González. Este último es el único representante de esa corriente encarnada hasta septiembre por Espinosa de los Monteros. Fuera ya del Congreso, al no repetir en las listas por Salamanca, González seguirá de vocal, pero sin competencias. Fue desplazado de la vicepresidencia económica para dar entrada a Ortega a finales del año pasado.
Donde se han producido los cambios más significativos en la segunda línea de Vox, en la de las vicesecretarías. La acción de Castro, mano derecha de Ortega en las pugnas judiciales desde al menos 2020, queda ahora bajo la tutela de Buxadé. Asimismo, la vicesecretaria portavoz, Patricia Rueda, ha perdido ese rango, que ha desaparecido de la web. Fiel a Espinosa de los Monteros en el último año, la diputada por Málaga ha quedado relegada al ‘gallinero’ de las Cortes. González, pese a continuar como vocal, también ha perdido la vicesecretaría de Recursos. Desaparece del listado la tía materna de Abascal, exmilitante del PP a quien éste integró en 2019 como vicesecretaria de Formación. Igualmente, se suprimen la sección de Relaciones Institucionales, llevada hasta ahora por Ana Velasco, y la de Relaciones con las Cortes, que dirigía el secretario general del Grupo en las Cortes, José María Figaredo.
Mano derecha de Espinosa en el último año en el Congreso, Patricia Rueda a quedado relegada al ‘gallinero’ del hemiciclo»
Ya desde este año Vox introdujo dos nombres clave en ese segundo nivel de poder: el diputado por Badajoz, Ignacio de Hoces, quien fue fundamental en las negociaciones con el PP y María Guardiola en Extremadura, pasó a ocupar la vicesecretaría de Institucional. Ahora desempeña la de Coordinación Parlamentaria, por lo que se entiende que van integradas esas y las competencias de Figaredo. Con la destitución de la ya exconsejera extremeña Camino Limia por motivos personales -aunque se aluden a presiones desde Madrid- el hasta ahora director general de Gestión Forestal, Ignacio Higuero, ‘dos’ en la Consejería, asumirá el rol de miembro del Gobierno regional. Lo que incrementa el peso de aliados de Buxadé.
Cabanas, asesor del núcleo duro de Abascal, continuará como vicesecretario de Presidencia; Manuel Mariscal, ligado a la dirección desde los inicios, sigue en la vicesecretaría de Comunicación; Ruiz, además de vocal, se mantiene como vicesecretaria de Organización y asume las competencias de Relaciones Institucionales de De Hoces. Es uno de los nombres que sonó para ocupar la portavocía de Vox en el Parlamento y ha ido de ‘dos’ en las listas de Madrid, tras Abascal. Perfil duro y antifeminista, como el de Romero y el De Meer. Por último, continúa igualmente Montserrat Lluís al frente de vicesecretaria de Acción de Gobierno, la incorporación más reciente y procedente del circulo de Juan García-Gallardo en Castilla y León.
Con la próxima entrada de Cortés a Gerencia, solo Víctor González queda como representante de ese liberalismo en detrimento en Vox. La otra alma, ya residual del partido; la de los inicios, como escisión de un PP al que consideraban centrado en lo económico con Mariano Rajoy y que había dejado los valores defendidos anteriormente por José María Aznar, de lado.