Habría que designar los enfrentamientos entre Atlético de Madrid y Barcelona de esta temporada como patrimonio protegido. Colchoneros y culés protagonizaron un nuevo duelo vibrante que se saldó con victoria para los culés en el último suspiro. [Así vivimos la victoria del FC Barcelona ante el Atlético de Madrid]
El Atlético es ese equipo al que le pasa absolutamente de todo. No es casualidad que algunos le apoden ‘el pupas’, porque lo que sucedió en este choque fue el fiel reflejo de ello. Llegó a ir dos goles arriba surfeando las secuelas de la eliminación europea ante el Real Madrid, se vio dando un golpe de autoridad en La Liga, y terminó perdiendo en el tiempo añadido con un gol en contra de rebote.
Hasta para eso el fútbol volvió a ser cruel con los colchoneros. Un tiro de Lamine Yamal desde fuera del área se envenenó tras tocar en Reinildo, despistó a Oblak y consumó la semana negra en el Atlético de Madrid que se puede haber llevado por delante las aspiraciones en dos títulos a la vez.
Lamine Yamal celebra el 2-3 ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano.
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El Atlético aguanta
El partido venía irremediablemente marcado por lo que había ocurrido en este mismo escenario hacía apenas cuatro días. Tanto en lo físico como en lo deportivo, el Atlético de Madrid se había visto sometido a un gran desgaste en la eliminatoria de Champions contra el Real Madrid, y eso se pudo notar en el inicio.
Es cierto que fueron los colchoneros los que primero se animaron a pisar el área rival con un disparo de Simeone tras un gran pase de Griezmann, pero fue un espejismo. A partir de ahí, el Barça pasó a hacerse por completo con la posesión del balón y también con la sensación de peligro.
De hecho, acto seguido Lamine Yamal estuvo a punto de desvirgar el marcador con una jugada impresionante. Una acción individual magistral en la que tiró una pared en la frontal, se introdujo en el área y buscó el palo largo. El balón no cogió efecto y se estrelló en la zona exterior del poste.
Marc Casadó, en el suelo.
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Fueron momentos de dominio absoluto culé. Un cabezazo débil de Lewandowski avisó a Oblak, pero es cierto que al Barcelona le faltó colmillo. Parecía que al Atlético se le iba a hacer eterno el partido, encerrado en treinta metros y defendiendo con Griezmann y Julián en la frontal del área, pero todo fue cambiando.
De repente, el dominio blaugrana se desvaneció y el Atleti cogió aire. Fueron instantes en los que apenas sucedió nada. Sin disparos, sin acercamientos claros, Koundé y Reinildo se llevaron sendas tarjetas amarillas.
Giuliano Simeone, en el mano a mano ante Szczesny.
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El Metropolitano celebraba que, aparentemente, la recuperación de su equipo estaba siendo buena, pero se echó las manos a la cabeza con el disparo de Lewandowski al larguero. Pedri filtró un gran pase para el polaco, que fusiló dentro del área y se topó con la madera, la segunda para el Barça.
Parecía que la primera parte iba a terminar sin goles, pero el Atlético encontró petróleo en medio de la nada. Los colchoneros le ganaron la espalda a la defensa adelantada del Barça, Griezmann puso un centro medido, y Simeone devolvió el pase al corazón del área en vez de tirar. Allí estaba Julián para aceptar el regalo y batir a Szczesny. El Atlético se marchó por delante al descanso.
Julián celebra su gol ante el Barcelona.
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Se anima el partido
Con el Barça perdiendo y el Atlético presumiblemente más cansado con el paso de los minutos, la lógica decía que los de Hansi Flick deberían ir imponiendo su ley poco a poco en la segunda mitad.
A punto estuvo de conseguirlo en los primeros compases. En medio de la maraña colchonera, Lamine Yamal encontró el resquicio. Tiró una pared con Olmo, se plantó en la frontal del área y ajustó su tiro raso. Tanto lo ajustó, que se marchó fuera por milímetros cuando Oblak estaba batido.
Sin embargo, el Atlético no se achantó. Sin complejos y sin miedo a pagar el esfuerzo físico, encontró en la espalda de Koundé un filón. Julián estuvo a punto de aprovechar esta grieta, pero forzó un córner que casi se convirtió en gol olímpico por el golpeo de Barrios. Al larguero.
Lamine Yamal, levantado por Reinildo.
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Poco después, otra jugada favorecida por la defensa adelantada del Barcelona. Julián hizo magia con un control estratosférico para bajar un balón que venía con nieve, puso el centro y Griezmann no pudo rematar.
Parecía mentira, pero el segundo del Atlético estaba más cerca que el empate del Barça, y efectivamente así sucedió. A falta de veinte minutos para el final y con el Cholo oxigenando el ataque, los colchoneros encontraron premio.
Gallagher corrió por el carril libre de Koundé, puso el centro al punto de penalti y allí estaba Sorloth, que había sustituido a Julián, para doblar la renta. Tenía el partido en su mano el Atlético, pero a este equipo le pasa de todo.
Sorloth y Griezmann celebran un gol ante el Barcelona.
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Sin tiempo para saborear el 2-0, el Barça reaccionó. Lewandowski bajó con el pecho un centro de Iñigo Martínez, se estiró y sacó a paseo su pierna izquierda. El resultado, un golazo de ‘9’ que volvía a meter a los de Flick en el partido.
Se abría un nuevo escenario, y no se podía descartar absolutamente nada después de lo visto hace unos días en la ida de las semifinales de la Copa del Rey entre ambos. El Barça volvió a establecer la igualada. Raphinha puso un centro tenso, la defensa del Atlético se durmió de manera imperdonable y Ferran cabeceó a gol. Vuelta a empezar con diez minutos por delante.
Nadie firmaba el empate, y en el ambiente se mascaba que algo iba a pasar. No se sabía muy bien qué, porque el choque estaba ya en la fase de locura, pero eso no iba a quedar en empate.
Lamine Yamal celebra su gol ante el Atlético de Madrid.
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El fútbol volvió a cebarse con el Atlético de Madrid. Con el tiempo cumplido y ya dentro de los seis minutos de añadido, el Barça hizo mucho daño en la herida todavía abierta de los colchoneros. Yamal ejecutó un disparo desde fuera del área que tocó en Reinildo, se envenenó, cambió la trayectoria, y Oblak no pudo corregir su desplazamiento. ‘Game over’ para el Atleti de la forma más cruel.
Con el Metropolitano encogido, aún hubo tiempo para que los de Flick hicieran más sangre. Ferran aprovechó una mala salida colchonera y puso el 2-4, desde luego un castigo demasiado excesivo y para nada merecido después de los méritos de los de Simeone.
Ferran Torres, tras marcarle al Atlético de Madrid.
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Es un golpe muy importante del Barça a La Liga, y es un palo casi definitivo para el Atlético en una semana en la que ha dicho adiós a la Champions y, seguramente, hasta luego a La Liga.
Atlético 2 – 4 FC Barcelona
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Le Normand, Lenglet, Reinildo; Giuliano (Molina, m. 77), De Paul (Giménez, m. 77), Barrios, Lino (Gallagher, m. 60); Griezmann (Riquelme, m. 86) y Julián Alvarez (Sorloth, m. 60).
Barcelona: Szczesny; Koundé (Araujo, m. 86), Cubarsí, Íñigo Martínez, Balde (Martín, m.86) ; Casadó (Eric García, m. 66), Pedri; Lamine Yamal, Olmo (Ferran Torres, m. 66), Raphinha; Lewandowski.
Goles: 1-0, m. 44: Julián Alvarez. 2-0, m. 69: Sorloth. 2-1, m. 71: Lewandowski. 2-2, m. 77: Ferran Torres. 2-3, m. 92: Lamine Yamal. 2-4, m. 96: Ferran Torres.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (C. Vasco). Amonestó con tarjeta amarilla al local Reinildo (m. 36) y a los visitantes Koundé (m. 25) y Balde (m. 64).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima octava jornada de LaLiga EA Sports, disputado en el estadio Riyadh Air Metropolitano ante 67.602 espectadores.