Para mí el punto es bueno. Abro paraguas aunque haga calor y ya pueden lloverme los palos. El Valencia CF está en una situación crítica a nivel de plantilla, de esfuerzos y de gasolina en el depósito. No llevamos ni diez jornadas y el equipo se coge con alfileres. Sumar en Son Moix nunca está de más.

Está claro que quien no se consuela es porque no quiere pero, en estos casos, toca ser más realistas que nunca y dar por bueno un punto que pintaba muy feo. 

Primero porque el Valencia CF llegaba a Mallorca plagado de bajas, de chavales del filial y con más dudas que nunca tras varias derrotas consecutivas. Segundo porque Mallorca y Aguirre nunca son una buena combinación para intentar cambiar dinámicas. Y, tercero, por cómo empezó un partido en el que recibes un gol en el primer suspiro. 

Aunque para suspiro el que tenemos que hacer para calmarnos cada vez que habla algún representante del club. En serio ¿no hay nadie capacitado para hacer un discurso mejor que el de Corona o el de Solís? Son muy mediocres a nivel comunicativo y en lo suyo… pues los resultados hablan por sí solos. Pero no me quiero calentar con eso, porque el artículo no va por esos derroteros.

En una semana en la que no habíamos hablado apenas del partido por culpa de la polémica en el caso Vinicius, el Valencia CF salía a torear a una plaza muy complicada ante un equipo muy sólido. Sé que muchos pensamos en el RCD Mallorca como un equipo mediocre, pero tiene piezas que serían titulares ahora mismo en nuestro equipo como Darder, Muriqi o Larin. Y eso por no hablar de un entrenador que parece saberle jugar siempre a equipos como el Valencia CF. Era un partido chungo.

El encuentro no fue bueno, ni mucho menos. Empezando mal y continuando peor. Solo los destellos de un Pepelu colosal y un providencial Diego López pusieron algo de equilibrio a un duelo que parecía predestinado para los locales. Este es el tipo de partidos que en otras temporadas acababas palmando. Y es que, por no gustarme, no me gustó ni esa mezcla extraña en la equipación ¿A quién se le ocurrió esa brillante idea? Parecía que las calzas y los pantalones hubieran caído en una palangana de lejía y se hubiera decolorado todo. Terrible. A veces no entiendo para qué tienen tres equipaciones, de verdad.

Pero el equipo se mantuvo sólido en muchos tramos de partido, supo sufrir a pesar de las numerosas bajas e incluso tuvo alguna que otra opción para llevarse el partido. Baraja hizo los deberes con lo poco que tiene.

Error arbitral

Y luego está lo del VAR, el penalti y el árbitro. Es increíble cómo se zampa Hernández Maeso una pena máxima a Hugo Duro y ni siquiera el VAR le advierte de que hay una infracción de por medio. Jaume costa pierde la marca, se olvida del balón y va a por Duro, a quien agarra e impide el remate. ¡Es clarísimo! Dicho sea, tampoco entiendo que no se coman al árbitro después de esa acción.

El punto es bueno. Sé que me diréis todo aquello de que “nos han hecho pequeños”, que “en qué nos han convertido” y todas estas cosas y, ojo, no os faltará razón porque es la pura verdad. Pero una vez superado ese desgraciado escalón, hay que hacer otro análisis y es que en ese difícil contexto, que el VCF puntúe en Son Moix es buena noticia sobre todo antes del descanso de selecciones. 

Irse con una derrota al parón habría sido más duro de lo que creemos. Y hubiera alimentado las dudas hacia una plantilla joven, justa y limitada. Todos sabemos la dura realidad de este equipo, las aspiraciones y las necesidades que tiene. Y si bien es cierto que hay personas que restan y están de más en el club, hay otra verdad como un templo: Sumar nunca está de más.