Óscar Sánchez, el hombre que permanece en prisión como principal sospechoso de la muerte del ecuatoriano Leónidas Laborde, se declaró inocente la mañana de este jueves durante su comparecencia ante la juez encargada del caso, María Luisa Llaneza, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo. A preguntas de la magistrada, «Oscarín» volvió a repetir la versión que le contó a la policía el pasado 20 de diciembre, el día que apareció en cadáver en piso de La Corredoria en el que ambos convivían. El acusado, diagnosticado de esquizofrenia y con una discapacidad del 65 por ciento, asegura que la noche anterior cenó con su cuidador, que se fue a la cama y que, al levantarse al día siguiente, se encontró con el cuerpo sin vida del ecuatoriano, conocido cariñosamente como el «Viejo Leo».
La declaración de «Oscarín» se prolongó durante alrededor de media hora y sólo contestó a las preguntas de la juez. Ni el fiscal ni su defensa quisieron intervenir y se negó a ser interrogado por la acusación. «Se mostró tal y como es, absolutamente transparente. Tengo el pleno convencimiento de que dice la verdad porque es incapaz de mentir, en ese aspecto es como un niño pequeño», sostiene uno de los abogados del despacho que defiende al acusado, Gabino Puente. «Aseguró que no tiene nada que ver con lo ocurrido. Afirma que se levantó de la cama y que, después de asearse, se fue a la cocina y se encontró con el cadáver. Lo tocó y no respondía, así que pensó que a Leónidas le había dado un infarto o un ictus porque había sufrido uno recientemente», añade el letrado. El «Viejo Leo» tenía una puñalada mortal a la altura del corazón.
Óscar Sánchez le dijo a la juez que jamás había discutido con su cuidador y que la relación que mantenían era muy buena. Es más, su abogado asegura que está afectado por su muerte y que lo echa de menos. «No hay que olvidar que Leónidas era quien le atendía y que Óscar se encuentra ahora en cierta situación de desamparo. No para de preguntar que quién lo va a cuidar ahora», señala Gabino Puente. En un momento de la declaración, el acusado le explicó a la juez que «está absolutamente convencido» de que el «Viejo Leo» se clavó a sí mismo el cuchillo para quitarse la vida. Cuando la magistrada le preguntó por qué decía eso «Oscarín» le respondió que lo había leído en los periódicos. «Lleva dos meses pensando en esto y haciendo conjeturas. También lleva todo este tiempo leyendo las noticias y está relativamente contaminado», señala su abogado.
La acusación
El hecho de que las investigaciones hayan sido publicadas es un factor «muy a tener en cuenta» para el letrado de la familia de Leónidas Laborde, quien asegura que el acusado «ha esperado dos meses para dar explicaciones» y que lo ha hecho «cuando tiene toda la información para adecuar el testimonio a sus intereses». Fernando Barutell se queda con que el «Viejo Leo» nunca le dijo que estaba deprimido ni que quería quitarse la vida. El abogado de la acusación mantiene que la declaración de «Oscarín» vuelve a poner de manifiesto que «miente» sobre lo ocurrido la noche antes de que apareciese el cadáver. No en vano, el acusado volvió a decir que había cenado con su cuidador a eso de las ocho y media de la tarde, que se fue a la cama a las diez y media y que a esa hora aún estaba en casa. Los horarios no concuerdan con las evidencias, ya que existen grabaciones en las que se ve al «Viejo Leo» entrando en un salón de juegos de La Corredoria sobre las nueve y media de la noche. «Lo que ha dicho es radicalmente falso», mantiene Barutell.
Gabino Puente sostiene que la enfermedad que padece su cliente le impide «tener claras» las referencias temporales. «Esas declaraciones hay que tomarlas con mucha cautela. Tiene mucha memoria para ciertas cosas, como las fechas, pero las horas las confunde», dice el letrado, que tiene previsto formalizar la petición de libertad para «Oscarín» la próxima semana al considerar que no existen «elementos incriminatorios más allá de que estuviese en la casa donde apareció el cadáver».
Puente también defiende la teoría del suicidio. «Creo que se autolesionó. Había estado todo el día jugando a las tragaperras y en el salón de juego. Creemos que se había gastado todo el dinero que le había entregado el día anterior el hermano de Óscar y existen llamadas de una empresa de gestión de deudas de ese mismo día. Creo que llegó a última hora de la noche en una situación desesperada y así se lo trasladó a una de las testigos, a la que le dijo que iba a pasar las Navidades en el cielo», afirma.