La telemedicina se ha convertido en un aliado de los hospitales a la hora de realizar el control a distancia de los pacientes, incluso de aquellos con cardiopatías complejas, una afección que en 2022 fue la causa de muerte de más de 3.700 personas en la provincia según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enfermedades cardíacas reumáticas crónicas o hipertensivas; infarto agudo de miocardio; otras patologías isquémicas del corazón e insuficiencia cardiaca.
Gracias a ordenadores, cámaras, videoconferencias, comunicaciones inalámbricas y a todo lo que permite internet, los médicos pueden seguir la evolución de los enfermos a kilómetros del hospital una vez en casa tras una intervención.
En la provincia de Alicante, el Instituto de Investigación Biomédica y Sanitaria (Isabial) tiene en marcha un programa de seguimiento, mediante inteligencia artificial, de pacientes que reciben en el Hospital de Alicante un implante de válvula aórtica.
«Es un programa que por IA llama a los pacientes o a sus familiares para preguntar cómo se encuentran tras el implante y hacer el seguimiento vía telefónica. La información se vuelca en una base de datos y marcamos una serie de alertas sobre el tipo de herida. La enfermera se pone en contacto con el paciente para ver lo que ha pasado, si ha tenido un hematoma, no se recupera, sufre cansancio o tiene síntomas de haber quedado mal de la operación. La alerta le sale al médico y se pone en contacto con ellos», explica Raquel Ajo, responsable de la Unidad de Ensayos de Cardiología en el Hospital General Universitario de Alicante.
«Es un programa que por IA llama a los pacientes o a sus familiares para preguntar cómo se encuentran tras el implante y hacer el seguimiento vía telefónica. Los datos se vuelcan en una base y marcamos una serie de alertas sobre el tipo de herida»
Esta especialista trabaja también en el Instituto Isabial, centro acreditado por el Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el que trabajan más de 600 investigadores e investigadoras del departamento sanitario del Hospital General de Alicante, la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Elche.
De referencia provincial
El Hospital de Alicante es de referencia provincial para esta intervención, por lo que hay pacientes operados que viven en Torrevieja, Alcoy o en Dénia, donde les realizan las curas de la herida. «Suelen ser personas muy mayores y pedirles que se desplacen pues es complicado para ellos. Sin embargo, con este sistema les llaman por teléfono y les detectan si sufre un hematoma complejo que haga necesario que vengan (al Hospital de Alicante) para que les vean urgente la herida o es suficiente con hacerse una revisión en su población».
Aparte de ser un ejemplo de telemedicina, pues gracias a una base de datos se marcan alertas según la evolución del paciente, permite a los profesionales controlar a este tipo de enfermos a distancia en momentos de gran presión asistencial.
La Unidad de Ensayos de Cardiología del Instituto Isabial de Alicante tiene en marcha 85 ensayos y cuenta con unos 850 pacientes en seguimiento que están participando activamente en las investigaciones de Cardiología que se llevan a cabo en el Hospital Universitario Doctor Balmis. En la unidad hay cinco personas contratadas para dar apoyo a los cardiólogos investigadores del centro hospitalario.
Nuevos dispositivos
Sobre corazón hay muchas líneas de investigación abiertas porque la Cardiología es muy amplia y cada profesional tiene su especialidad. Participan, por ejemplo, en ensayos para probar dispositivos nuevos de cara a controlar las arritmias que luego salen al mercado, como puede ser un marcapasos o un cable nuevo que esté pendiente de la aprobación y del marcado CE.
También realizan pruebas con anticoagulantes para tratar las arritmias. «Sobre todo provienen de la industria pero también tenemos un ensayo (con financiación propia) a cargo de un investigador del servicio sobre una nueva técnica para realizar una ablación en un tipo de arritmia y poder comparar la técnica habitual con la que ellos estudian».
La ablación consiste en quemar las células del corazón que se disparan y mandan sus impulsos eléctricos cuando no se tienen que disparar, provocando la arritmia. Con la técnica de ablación van buscando esas células que no tenían que estar dando descargas y las queman.
«La gente que sufre esas arritmias suele recaer y estamos viendo a largo plazo si quemando menos tiempo pero de forma más intensa podemos reducir la recurrencia»
«La práctica habitual es quemar mucho rato a una intensidad determinada y la técnica nueva que se está probando es quemar menos tiempo pero a mayor intensidad. Se hace una herida más profunda. La gente que sufre esas arritmias suele recaer y estamos viendo a largo plazo si quemando menos tiempo pero de forma más intensa podemos reducir la recurrencia», señala la coordinadora de ensayos de Isabial.
Válvulas
En la sección de hemodinámica, que trata infartos o válvulas, también hay ensayos que vienen de la industria o investigación por cuenta propia. Como ejemplo realizan un experimento que busca reducir el riesgo de poner un marcapasos tras un implante de válvula aórtica. «Es un ensayo propio. La investigación por cuenta propia es lo que más cuesta de todo porque es muy complicado hallar financiación».
Algunos de los dispositivos más novedosos y su utilidad se mostraron durante las jornadas de ciencia abierta que el instituto Isabial celebró recientemente en Casa Mediterráneo, entre ellos un aparato para medir el ritmo del corazón.
Amaya García, cardióloga en la Unidad de Arritmias del Hospital de Alicante, y otros especialistas explicaron a los asistentes cómo funciona el sistema del corazón; a hacer electros y a interpretar si el registro es normal o no; y los dispositivos que existen para tratar las arritmias como marcapasos o desfibriladores. También qué hacer cuando se tiene una arritmia maligna y cómo realizar una reanimación cardiopulmonar.
«Lo que más ha interesado es el desfibrilador subcutáneo, que en lugar de llevar los electrodos por dentro de las venas, que es lo habitual, los lleva por debajo de la piel, lo que ahorra algunas complicaciones de los dispositivos más tradicionales», explicó la cardióloga.
Otros dispositivos de vanguardia implantables son los marcapasos sin cables, que se meten por dentro del corazón. «Hay muchos tratamientos ahora mismo. Las arritmias se pueden tratar con catéteres o con ablaciones para intentar curarlas».
Más afectados
Este déficit en la frecuencia o la regularidad en el ritmo de los latidos cardíacos se puede producir en personas tanto con corazón sano como con problemas de infartos. «Antes había arritmias que no se trataban y se vivía con medicación. Ahora se tratan, con estudios fisiológicos intracardiacos y ablaciones. Tenemos más pacientes sí, pero no es que haya más arritmias sino que tratamos más cosas que antes no se trataban. Los pacientes viven más y uno de los motivos tiene que ver con esto».
Aunque es una patología que tiene que ver con la edad, también afecta a personas jóvenes. Los síntomas principales son palpitaciones, falta de aire o disnea, y pueden producir pérdida de conocimiento e incluso la muerte. «Si una persona tiene palpitaciones, dolor en el pecho, una frecuencia cardiaca alta, o pérdida de conocimiento y se fatiga, debe consultar a un especialista».
«Si una persona tiene palpitaciones, dolor en el pecho, una frecuencia cardiaca alta, o pérdida de conocimiento y se fatiga, debe consultar a un especialista»
Para evitarlo, recomendó una vida sana, en cuanto a alimentación para evitar el colesterol, no fumar ni beber alcohol, «pero hay veces que una persona haciendo todo esto puede tener un problema eléctrico del corazón. Lo que hay que hacer es diagnosticarlo lo antes y posible y tratarlo porque ahora se pueden tratar casi todas las arritmias».