No ha sido una vez, sino dos. Una con un veto y otro solo con el poder de veto. Finalmente, los accionistas minoritarios de Talgo han vuelto a quedarse excluidos del proceso de venta organizado por Pegaso (consorcio del que formaban parte Trilantic, el empresario Juan Abelló y la familia Oriol), mayor titular de acciones del fabricante, para vender su posición, una operación que se ha traducido en el traspaso del 29,8% del capital a un grupo de entidades lideradas por el industrial Sidenor y en el que participan el Instituto Vasco de Finanzas y las fundaciones bancarias BBK y Vital.
La toma del control de los mandos de Talgo del grupo de inversores privados y públicos ha culminado sin necesidad de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% del capital, convirtiéndose los accionistas minoritarios en los principales excluidos y perjudicados de esta operación, la cual ha sido auspiciada por el Gobierno, que ha bloqueado las dos potenciales ofertas que estaban dispuestas a poner encima de la mesa el fondo público polaco PFR y la cotizada india Jupiter Wagons, que finalmente se retiraron al no contar con los apoyos políticos.
Son varios los accionistas de relevancia que se han quedado fuera de esta operación. Destacan el brazo inversor de la familia Torrente Blasco (5%), la aseguradora británica Aviva (3%), la española Santalucía (2,9%), Amundi (2,8%), la gestora Capital Group (1,8%), DWS (1,2%) o BlackRock (1%), entre otros. «Es lícito comprar un bloque de acciones», reconocen fuentes jurídicas, que no obstante critican que lo correcto sería una operación en la que pudieran participar todos los accionistas. «Solo se puede afear la conducta», explican. ¿Qué pasaría entonces si las ofertas de Pesa o Jupiter son superiores a la de Sidenor? «La clave entonces es lo que decida o pacte Trilantic», afirman fuentes del mercado. Otro inversor consultado sentencia sobre la oferta de Sidenor: «Es un claro perjuicio para los minoritarios porque no es un proceso competitivo sin interferencia del Gobierno«.
Sidenor y sus socios se acercan al precio de la primera opa
Sidenor y sus socios pagarán hasta cinco euros por acción por el 29,7682% de Talgo. Con matices, ya que solo desembolsarán 4,15 euros fijos y un variable de hasta 0,85 euros (20 céntimos más que en la anterior oferta), en función del «cumplimiento por parte de Talgo de determinadas magnitudes financieras durante los ejercicios 2027 y 2028», las cuales deberán ser concretadas en el acuerdo final, según confirmó el grupo en un comunicado, y no hay constancia de que se puedan alcanzar.
Los cinco euros que sumaría el total es una cuantía especial, ya que fue la oferta para el 100% del capital que puso el consorcio húngaro Magyar Vagon sobre la mesa hace solo unos meses, en una opa que fue vetada por el Gobierno argumentando motivos de seguridad nacional. Precisamente, tanto PFR como Jupiter Wagons estaban dispuestos a alcanzar esta cifra, que era la exigida por Trilantic para aceptar el acuerdo. Los minoritarios, ni en 2024 ni en 2025, han podido firmar su salida de Talgo a estos precios.
Volatilidad en la acción
Una de las consecuencias de las últimas negociaciones ha sido una enorme volatilidad en la acción. El pasado lunes, en el arranque de la semana decisiva, la posibilidad de una opa por el 100% el fabricante era una realidad, motivo por el que las acciones de Talgo llegaron a registrar subidas de más del 7% y 4% durante dos jornadas. Sin embargo, en el momento en el que se constató que esto no iba a ocurrir, los títulos se desplomaron casi un 12% en dos días. Finalmente, en la jornada en la que se anunció el acuerdo entre Sidenor y Trilantic, las acciones cerraron en 3,8 euros, valor que aplica a los accionistas minoritarios, el cual se sitúa muy por debajo del precio con el que ha vendido el fondo británico su participación en Talgo.