A pesar de ir por delante en la tabla, o quizás precisamente para darle valor a eso, y como si ya supiera lo que iba a ocurrir en el sorteo de semifinales de la Copa del Rey, Diego Pablo Simeone se desmarcó tras el derbi madrileño de Liga asegurando que «el Barça sigue siendo el mejor» en la comparación con el Real Madrid y con su propio equipo, el Atlético de Madrid. Y el caso es que apenas cuatro días después, el destino quiso volver a cruzarlos.
Tampoco había mucha opción, ninguna de hecho, para evitar un duelo entre dos de los tres colosos. Porque el Madrid tampoco falló, y yendo los tres por caminos distintos todos se plantaron en la semifinal. Respiraron los blancos, que en lo que va de año no ha ganado a ni uno ni otro de sus dos grandes rivales, y se lamentaron rojiblancos y blaugranas, que ven aún más cargado su calendario próximo con dos duelos de alto voltaje.
Clasificados ambos para octavos de final de la Champions y en plena lucha con el Madrid por la Liga, ahora se dibuja un enfrentamiento de máxima envergadura, con la ida en Barcelona el 25 de febrero y la vuelta en Madrid el 2 de abril. Entre medias, además, deberán disputar el partido de Liga en el Metropolitano (el fin de semana del 16 de marzo). Pero la cosa no queda ahí, porque los tres grandes apuntan a protagonizar una lucha encarnizada en todo lo que juegan en la que sus caminos se entrecruzan más que nunca.
Apretados en Liga, y mezclados en Copa
Si en Copa han cumplido y han llegado los tres a semifinales, algo que no ocurría desde 2017, en LaLiga están más apretados que (casi) nunca. Quedan 15 jornadas, 45 puntos en juego para cada equipo, y dos duelos directos tras dejar atrás los derbis: Barça-Real Madrid y Atlético-Barça. Y el torneo doméstico presenta una igualdad a tres que no se veía desde hace más de una década. Real Madrid, 50 puntos. Atlético, 49. Barça, 48.
Para ver algo similar a estas alturas hay que remontarse a las temporada 2013/2014 los tres estaban empatados a 57 puntos en una pelea a la que llegaron rojiblancos y azulgrana a jugarse el título en la última fecha mientras el Madrid se acabó cayendo de una pelea en la que el Atlético conquistó el título con el cabezazo de Godín que sirvió para rescar el punto necesario para certificar su décimo campeonato doméstico.
En todo el siglo XXI, solo tres ediciones de LaLiga han estado tan apretadas con tres contendientes en la jornada 23. Aparte de la ya mencionada, en 2002, Celta y Real Madrid acumulaban 40 puntos y Valencia y Alavés 39 a estas alturas. En 2003, la Real Sociedad lideraba con 47 con el Real Madrid y Valencia al acecho (45). Eran otros tiempos, en los que el Atlético no estaba presente renqueante aún de su descenso de 1999, y en los que la diferencia todavía no era tan abismal con la clase media de LaLiga.
Así las cosas, los tres aparecen en los horizontes próximos de los otros, avistando duelos fratricidas que se sumarán a los ya vividos. Este año, ya van dos clásicos jugados (Liga y Supercopa, ambos saldados con goleada a favor de los catalanes), dos derbis (ambos de Liga, con sendos empates) y un Barça-Atlético (Liga, con victoria de los de Simeone).
A ellos se sumarán, ya seguro, los de la eliminatoria de Copa entre blaugranas y rojiblancos, que también tienen pendiente verse en Liga en el Metropolitano. Y de pasar el Real Madrid a la final del torneo del ko, se sumaría otro más, ya sea contra uno o contra otro.
En el horizonte de la Champions
En total 9 (ó 10) partidos asegurados entre los tres grandes, que pueden ser más. De hecho, hay altas probabilidades de que así sea. Porque todo esto es sin contar el factor Champions, que también tiene lo suyo. Resulta que, con el Real Madrid encarrilando su eliminatoria ante el City, en el horizonte cercano de los octavos de final asoma la posibilidad de tener otros dos derbis. Más madera.
Si los de Carlo Ancelotti remachan en el Bernabéu lo que han empezado a construir ganando en Mánchester, tendrá un 50 por ciento de posibilidades de medirse de nuevo a su vecino en una eliminatoria de Champions. Serán los del Cholo, o el Leverkusen de Xabi Alonso, al estar ambos encuadrados en la llave de la muerte del nuevo formato.
De ocurrir, se sumarían otros dos partidos a la lista, que a saber si podrían a ser más si el Barça sigue avanzando por su lado del cuadro. Eso sí, el hipotético ganador del derbi europeo no se podría cruzar con los azulgrana hasta al menos las semifinales de la Copa de Europa. No sería, en cualquiera de los casos, una mala señal para el fútbol español.