El choque en la coalición por la decisión de Hacienda de hacer tributar por primera vez a los preceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tras su subida a 1.184 euros, se ha extendido dentro de las propias filas del PSOE. Si en algunos territorios como Castilla-La Mancha se ha pedido abiertamente “un debate interno”, en el grupo parlamentario cunde la sensación generalizada de que se ha explicado mal desde el departamento que dirige María Jesús Montero. Algunos diputados ven conveniente buscar salidas para apagar la polémica. “Tenemos que arreglarlo”, se resignaba este miércoles un diputado en plena resaca por el terremoto que ha opacado una de las medidas estrellas del Ejecutivo.

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