1. Los inicios
  2. El éxito comercial y la adaptación de Mortadelo y Filemón
  3. Camino
  4. Regreso al humor con conciencia social

Javier Fesser es uno de los directores de cine más innovadores de España, con una línea de pensamiento que ha progresado desde el humor absurdo hasta un cine más enfocado en el mensaje social. Durante su trayectoria profesional, ha evidenciado su adaptabilidad, transitando exitosamente de la publicidad al cine, y manteniéndose como un ícono en el sector audiovisual.

Los inicios

El cambio de Javier Fesser: Antes y después

Fesser inició su trayectoria en el ámbito publicitario, estableciendo la productora Línea Films en 1986. Su ingenio lo impulsó a crear más de 150 publicidades para marcas como BMW, Telefónica y Cruz Roja. No obstante, su auténtico interés era el cine, motivo por el cual en 1992 estableció Películas Pendelton en colaboración con Luis Manso.

Sus inicios en el ámbito cinematográfico fueron los cortos Aquel ritmillo (1995) y El secdleto de la tlompeta (1996), con los que consiguió un gran reconocimiento, resaltando el Goya al Mejor Cortometraje para el primero. Estas obras ya revelaban su singular humor, definido por lo absurdo y lo surrealista.

En 1998, presentó su debut cinematográfico, El milagro de P. Tinto, que se transformó en una cinta de referencia. Con un estilo visual meticulosamente elaborado y un humor sobredimensionado, el film recibió la nominación al Goya a Mejor Director Novel y se estableció como un ícono del cine español.

El éxito comercial y la adaptación de Mortadelo y Filemón

El cambio de Javier Fesser: Antes y después

En 2003, Fesser aceleró su trayectoria con La gran aventura de Mortadelo y Filemón, una obra inspirada en los famosos personajes de Francisco Ibáñez. La película resultó un triunfo en taquilla, recaudando más de 20 millones de euros, aunque causó controversia por su enfoque más humano de los personajes y la incorporación de elementos que no se encuentran en los cómics.

Se consolidó como un director con una enorme habilidad para captar la atención del público, en 2007 obtuvo una nominación al Oscar por su cortometraje Binta y la gran idea, un trabajo que aborda la educación en África desde una perspectiva social. Este marcó un hito en su trayectoria profesional, donde empezó a indagar en relatos más intensos y comprometidos.

Camino

La transformación más significativa en la trayectoria de Fesser se produjo en 2008 con Camino, un drama que se inspiró en la vida de Alexia González-Barros, una niña que murió a la edad de 14 años y cuya familia formaba parte del Opus Dei. La película trató el asunto de la fe desde una perspectiva crítica y provocó una vasta polémica. No obstante, fue un notable triunfo en los Premios Goya, consiguiendo seis premios, entre los que se incluyen la Mejor Película, el Director y el Guion Original.

Este film evidenció la madurez de Fesser en su papel de director, distanciándose de la comedia absurda para incursionar en asuntos más profundos y delicados.

Regreso al humor con conciencia social

El cambio de Javier Fesser: Antes y después

Después de Caminar, Fesser no dejó la comedia, pero sí la redirigió hacia una perspectiva más humana y pensada. En 2014, presentó su primera versión de Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, en animación 3D, lo que le brindó más libertad para su creación.

En 2018, llegó Campeones, una de sus producciones cinematográficas más relevantes. La trama de un equipo de baloncesto compuesto por individuos con discapacidad intelectual atrajo tanto al público como a los críticos, transformándose en la película española con mayor taquilla del año y obteniendo el Goya a Mejor Película. Con este trabajo, Fesser reafirmó su habilidad para fusionar el humor y la emoción, abordando asuntos sociales sin llegar a la sensibilidad.
 

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