España es uno de los 10 países más afectados por la crisis climática a nivel mundial. En los últimos 30 años, las catástrofes naturales asociadas al calentamiento global han provocado en este país 27.000 muertes, y ha ocasionado pérdidas económicas de cerca de 25.000 millones de euros.
Así lo concluye el informe Global Climate Risk Index, que ha hecho público este miércoles la organización Germanwatch. España es el octavo país más afectado por la crisis climática, según el análisis, que ha evaluado los impactos climáticos en 171 países. En este orden, los estados que registraron más pérdidas —humanas y económicas— asociadas al cambio climático entre 1993 y 2022 fueron Dominico, China, Honduras, Myanmar, Italia, India, Grecia, España, Vanuatu y Filipinas.
Como el informe no recoge los datos de 2024, ni las personas fallecidas en las inundaciones de Valencia ni las pérdidas económicas derivadas de la sequía habrían sido consideradas en el estudio.
Sobre el caso de España, el asesor principal de Finanzas e Inversiones Climáticas de Germanwatch, y coautor del informe, David Eckstein, comentó que “entre 1993 y 2022, el país se enfrentó a numerosas olas de calor extremo, que provocaron importantes repercusiones humanas y económicas”.
Destacó entre los fenómenos extremos más graves la sequía de 1999 en el sur del país, así como las inundaciones de 2019 en el sureste, “que causaron víctimas y pérdidas masivas en agricultura, propiedades e infraestructuras”.
Los restos del antiguo pueblo de Peñarubia (Málaga) quedaron al descubierto por la ausencia de agua en el embalse de Guadalteba a causa de la extrema sequía en febrero de 2024. / Álex Zea / E. P.
Para el estudio se procesó información de la Base de Datos Internacional sobre Desastres EM-DAT y datos socioeconómicos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A nivel mundial, entre 1993 y 2022 los más de 9.400 fenómenos meteorológicos extremos registrados se cobraron la vida de más de 765.000 personas, y conllevaron pérdidas económicas directas por valor de casi 4,2 billones de dólares (ajustados a la inflación).
Los impactos climáticos a largo y a corto plazo más significativos en ese periodo fueron las inundaciones, tormentas, olas de calor y sequías. Las tormentas (35%), olas de calor (30%) e inundaciones (27%) fueron las que causaron la mayor cantidad de víctimas fatales. Las inundaciones fueron la causa de la mitad de los casos de personas afectadas. Las tormentas fueron las que provocaron, con diferencia, las pérdidas económicas más considerables (56 % o 2,33 billones de dólares, ajustado según la inflación), seguidas por las inundaciones (32 % o 1,33 billones de dólares)”, reza el informe.
Prepararse ante el desafío climático
Parte de la solución para prevenir muertes y daños económicos está en la mitigación del cambio climático: es decir, rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento. Cada décima cuenta, insisten los científicos climáticos, así que todo esfuerzo sirve. Pero también hay una parte de la solución que está en adaptar mejor los lugares en los que vivimos —en España, sobre todo, las ciudades— para resistir mejor los impactos.
Entre el 14 y el 16 de febrero tendrá lugar la Conferencia de Seguridad de Múnich, en la que esta ciudad alemana recibirá a cerca de 60 jefes de Estado y de Gobierno, y desde Germanwatch inciden en que el encuentro debe abordar la crisis climática como un riesgo para la seguridad mundial, con “acciones multilaterales audaces”, según Laura Schaefer, coautora del Índice de Riesgo Climático y directora de la División de Política Climática Internacional de la ONG germana.
“Por un lado,está el fenómeno natural, que lógicamente es más intenso en unas regiones que en otras. España está en una región, sobre todo es la franja mediterránea, donde tenemos eventos bastante extremos a nivel meteorológico, como son, por ejemplo, las danas”, explica a EFEverde la especialista en evaluaciones multirriesgo Marta López Saavedra, doctora en Ciencias de la Tierra e investigadora en el Servicio de Evaluación y Gestión de Riesgos Naturales (NRAMS) del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA). “Tenemos inundaciones desde hace décadas, inundaciones con muchos muertos y millones de pérdidas económicas, tenemos sequías, y olas de calor que son quizás uno de los principales riesgos en la Península Ibérica. Pero además todos estos fenómenos se ven incrementados por el cambio climático. Eso es una tendencia a nivel mundial”.
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Una mujer pasa ante un termómetro que marca 45 grados. / EFE
“El cambio climático está agravando tanto la intensidad como la frecuencia de ciertos riesgos naturales”, prosigue la experta, pero aclara que al mismo tiempo juega un papel clave la respuesta que tiene cada país. Y en ese sentido considera que “España tiene un margen de mejora importante para poder hacer frente a los riesgos del cambio climático”. “El problema está en que no se están implementando las medidas adecuadas para mitigar esos efectos y adaptarse”, zanja.
Un asunto clave para llevar a cabo las políticas de mitigación y de adaptación es cómo costear esas acciones.
Más financiación
En este sentido, el informe de Germanwatch subraya la necesidad de que los países destinen más financiación a paliar los impactos del cambio climático, así como a mitigación, sobre todo en el Sur Global.
Lamenta que el acuerdo que cerraron los países en la COP29, la cumbre del clima de la ONU que acogió la ciudad de Bakú (Azerbaiyán) el pasado mes de noviembre, “no logró el nivel de ambición esperado con relación al Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) sobre financiamiento climático”.
“Teniendo en cuenta las necesidades identificadas, así como la gran urgencia de los desafíos climáticos que enfrentan los países en desarrollo, los 300.000 millones de dólares anuales para 2035 solo pueden considerarse como una respuesta mínima indispensable frente a la creciente crisis climática. El NCQC tampoco incluyó medidas dirigidas a abordar las pérdidas y daños, falta que debe corregirse a la mayor brevedad posible”, escriben los autores.
![Una cinta policial en el paseo marítimo de A Coruña impide el acceso a la playa por la borrasca Kirk que atraveso España en 2024 con vientos de hasta 120 km/h.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/e1576ffe-eb09-43be-a182-c1621a2dae01_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Una cinta policial en el paseo marítimo de A Coruña impide el acceso a la playa por la borrasca Kirk que atraveso España en 2024 con vientos de hasta 120 km/h. / EFE
“La situación es aún más preocupante dados los amplios desfases en materia de financiamiento para la adaptación frente a las necesidades y los compromisos (a pesar de los avances que se lograron). Para que los países más vulnerables puedan enfrentar los impactos climáticos, es necesario que se produzca un aumento considerable del apoyo por parte de los países con altos niveles de emisión y otras entidades contaminadoras”, sentencian.