Altos mandos de Hamás recibieron órdenes de dejar de usar teléfonos móviles debido al temor de que el frágil alto el fuego con Israel colapse, lo que reanudaría la ofensiva militar israelí.

Fuentes del grupo informaron al medio Asharq Al-Awsat que su ala militar instruyó a figuras políticas y militares de alto rango a abandonar el uso de estos dispositivos, ya que muchos los habían retomado tras la instauración de la tregua el mes pasado. Algunos dirigentes ya han acatado la orden, temiendo que las FDI utilicen la tecnología para localizarlos y eliminarlos.

El acuerdo de tregua, pactado en tres fases, detuvo quince meses de enfrentamientos iniciados el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás asesinó a 1.200 personas y secuestró a 251. Este pacto estipula la liberación de rehenes por parte de Hamás, la excarcelación de miles de terroristas palestinos presos por Israel —incluidos terroristas con cadena perpetua— y el cese de hostilidades en Gaza, con negociaciones posteriores para alcanzar una “calma sostenible” y el retiro de las FDI del enclave.

Hamás aseguró su compromiso con la tregua, aunque previamente amenazó con suspender la liberación de más rehenes, acusando a Israel de violar el acuerdo. Esta advertencia tensó la situación y llevó a Estados Unidos, a través del presidente Donald Trump, a exigir la liberación de los cautivos antes del mediodía del sábado, advirtiendo que, de lo contrario, el alto el fuego debería terminar.

Las FDI anunciaron un refuerzo de tropas en el Comando Sur, convocaron reservistas y aprobaron planes militares para Gaza en caso de que la tregua se desmorone. Tras una reunión del gabinete de seguridad, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que, si Hamás no entrega a los rehenes antes del mediodía del sábado, Israel reanudará los combates “hasta la derrota definitiva” del grupo terrorista.

Un funcionario israelí, bajo anonimato, afirmó que Netanyahu ordenó preparar respuestas para cualquier eventualidad, aunque no especificó si la orden abarcaba a todos los rehenes o solo a los tres cuya liberación estaba prevista para el sábado.

Hamás, por su parte, afirmó haber descubierto equipos de espionaje incrustados en ruinas y piedras en Gaza, incluyendo cámaras y micrófonos supuestamente diseñados para identificar a sus líderes o a los secuestrados. El grupo ha intensificado las búsquedas de estos dispositivos, analizándolos para obtener información.

El grupo terrorista también ha reforzado su vigilancia sobre los movimientos de las FDI, con el objetivo de anticiparse a incursiones de fuerzas especiales israelíes. Para justificar la suspensión de liberaciones de rehenes, acusó a Israel de obstaculizar el retorno de desplazados palestinos al norte de Gaza y de bloquear la entrada de artículos de ayuda humanitaria, como refugios temporales, a la Franja.

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