La Comisión Europea ha anunciado este martes que estudia contramedidas en respuesta a los aranceles del 25% sobre las importaciones de aluminio y acero que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo oficial el pasado lunes, que afectan a todo el mundo y entrarán el vigor el 12 de marzo.
«Los aranceles injustificados a la UE no quedarán sin respuesta», ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para añadir: «Desencadenarán contramedidas firmes y proporcionadas». Lo ha hecho en un comunicado desde París, donde se encuentra participando en la cumbre sobre inteligencia artificial organizada por Francia. En los márgenes de esa cumbre, está previsto que se reúna este martes con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.
Ni la propia Von der Leyen ni su comisario de Comercio, el eslovaco Maroš Šefčovič, han dado más detalles sobre qué acciones estudia el ejecutivo comunitario. «Estamos analizando el alcance de las medias anunciadas esta noche y responderemos de manera firme y proporcionada», ha dicho en la misma línea que su jefa Šefčovič, durante una intervención en el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Invitación a negociar
El comisario ha insistido en que la UE actuará «para salvaguardar nuestros intereses económicos, proteger a nuestros trabajadores, nuestros negocios y a los consumidores». Sin embargo, ha añadido que este «no es nuestro escenario preferido» y ha abierto la puerta a una negociación «para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas» donde sea posible.
Tanto Von der Leyen como Šefčovič han vuelto a insistir en la idea de que los aranceles son malos para hacer negocios. «Los aranceles son impuestos: malos para los negocios, peores para los consumidores», ha dicho von der Leyen. Imponiéndolos, ha advertido el Comisario de Comercio, «EEUU estará cobrando impuestos a sus propios ciudadanos, aumentando los costes para sus negocios y alimentando la inflación«.
Šefčovič ha lamentado la decisión para la que la UE no ve justificación. El tzar comercial del Ejecutivo comunitario ha insistido en que es económicamente «contraproducente», especialmente «dado el profundo nivel de integración» de las cadenas de producción y el flujo comercial y de inversiones entre Estados Unidos y la Unión.
«Nueva era comercial»
El eslovaco ha hecho ese discurso precisamente en el marco de una debate sobre la «nueva era comercial», en un mundo dividido entre los que apuestan por la cooperación multilateral y quienes optan por la ley del más fuerte. Šefčovič ha advertido de que los aranceles no solo son negativos para los países directamente afectados sino que pueden tener un impacto negativo importante en el conjunto del sistema comercial.
«En pocas palabras: es un escenario en el que todos pierden», ha dicho. El comisario ha defendido el papel de las instituciones como la Organización Mundial del Comercio pero también que la UE no puede ser inocente y debe estar preparada para cualquier eventualidad. «Siempre protegeremos nuestros intereses de medidas injustificadas, en consonancia con nuestros valores», ha añadido.
Segundo asalto
En la actualidad, Canadá, Brasil, México, Japón o Corea del Sur son los principales exportadores de acero a Estados Unidos, pero también Alemania e Italia. Respecto al aluminio, son los canadienses quienes están detrás de la gran mayoría de las importaciones al país vecino, según datos del departamento de comercio de EEUU.
En 2018, durante su primer mandado como presidente de Estados Unidos, Donald Trump también puso las importaciones de acero y aluminio de Canadá, México y la Unión Europea en el punto de mira, alegando entonces razones de seguridad nacional. Entre 2018 y 2020, las exportaciones desde la UE a EEUU cayeron un 53%.
Como ahora, la UE respondió alegando que las medidas no estaban justificadas y llevó a Washington ante la Organización Mundial del Comercio. Además, el bloque respondió imponiendo aranceles a una serie de productos agrícolas y otros, incluidos el bourbon o las motos Harley Davidson.
En 2021, ya con Joe Biden en la Casa Blanca, la UE y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para suspender parcialmente los aranceles. Ese acuerdo expiraba en marzo, cuando las nuevas medidas restrictivas impuestas por la nueva administración Trump entrarán en vigor.