El año 2024 fue extremadamente cálido. La temperatura media del aire en superficie alcanzo los 15,1ºC, lo que supone la más alta desde que hay registros y que se superaron en 1,5ºC los niveles preindustriales. La situación es dramática: el año pasado, 138 países registraron las temperaturas más altas de su historia. Sequías, olas de calor, inundaciones e incendios forestales afectaron a África, el sur de Asia, Filipinas, Brasil, Europa, Estados Unidos, Chile, la Gran Barrera de Coral…
Todo eso es lo que ocurrió en tierra, pero en los océanos las cosas no han ido mejor, pues allí la temperatura batió también todos los récords anteriores constatados por el ser humano. El mar está más caliente que nunca.
«La situación es crítica«, alerta un grupo internacional de científicos, que ha revelado que la temperatura marina alcanzó los 21,07ºC en el mes de marzo y se sucedieron numerosas olas de calor marinas en diferentes puntos del planeta, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea.
En 2024, la temperatura media de la superficie del mar se situó en 20,87ºC, lo que supone 0,51ºC por encima del promedio 1991-2020 y el año con la temperatura del mar más alta jamás registrada. Estos datos se incluyen en un estudio titulado ‘Temperaturas récord en el océano en 2024’, publicado en ‘Advances in Atmospheric Sciences’.
La temperatura del mar alcanzó su máximo histórico el año pasado. / Pixabay
Los anteriores récords, registrados en 2023 (20,80°C) y 2016 (20,61°C), fueron superados el año pasado. Además, se alcanzaron valores mensuales récord durante quince meses consecutivos. La elevada temperatura superficial del mar provocó, además, un evento global de blanqueamiento de corales, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Gases de efecto invernadero
El estudio, dirigido por Lijing Cheng, estuvo integrado por 54 científicos de 7 países, que analizaron no solo la temperatura del mar, sino qué significa eso para el futuro de la humanidad. «Un océano más cálido afecta la vida marina y provoca daños importantes», exponen los autores.
«El calentamiento del océano ha continuado en 2024 en respuesta al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a pesar de la transición de un fenómeno de El Niño a condiciones neutras. En 2024, tanto la temperatura superficial del mar global como el contenido de calor del océano en los 2.000 metros superiores alcanzaron máximos sin precedentes en el registro histórico», recoge el estudio.
Los investigadores destacan que el océano, que cubre el 70% de la superficie del planeta, es una parte fundamental del clima de la Tierra, ya que almacena la mayor parte del exceso de calor (casi el 90%) provocado por el calentamiento global.
![Efectos del blanqueamiento en la Gran Barrera de Coral, en Australia.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/22111a8c-6c0a-42cd-ab2d-d56da5a22add_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Efectos del blanqueamiento en la Gran Barrera de Coral, en Australia. / EFE / Dan Peled
«Por ello, el océano determina nuestros patrones climáticos al transferir calor y humedad a la atmósfera y también controla la velocidad con la que se produce el cambio climático«, resaltan. «Para saber qué está pasando con el clima, la respuesta está en el océano», apunta John Abraham, coautor del estudio.
«La temperatura superficial del océano también está batiendo récords. La superficie se refiere al punto donde se encuentran las aguas del océano y la atmósfera. Y el aumento de la temperatura media de la superficie del mar desde finales de la década de 1950 ha sido asombroso,» indican los autores del estudio.
El mayor sumidero de calor
Pero los cambios no son uniformes y las variaciones regionales pueden ser sustanciales. Así, el Atlántico se está calentando junto con el mar Mediterráneo y todo el océano Austral de latitudes medias. Algunas partes del océano Pacífico norte se han calentado rápidamente, mientras que otras áreas (la región tropical, por ejemplo) no lo han hecho, debido principalmente al ciclo de La Niña/El Niño. El calor se ha acumulado incluso cerca de los polos.
«La principal forma en que el océano influye continuamente en el clima es aumentando el vapor de agua, un poderoso gas de efecto invernadero, en la atmósfera hasta extremos peligrosos. El aumento del calentamiento genera mayores riesgos de sequía e incendios forestales, y alimenta los riesgos de inundaciones y tormentas de todo tipo, incluidos huracanes y tifones», explica Kevin Trenberth, miembro del equipo de investigación.
![Atardecer en una playa.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/8f657406-c66f-48bf-8236-fb937a0a36bf_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
Atardecer en una playa. / Pixabay
Más: el aumento del contenido de calor de los océanos afecta a los ecosistemas marinos, las corrientes, el hielo marino, la forma en que el agua se separa en capas, la variación y evolución del clima, los sistemas meteorológicos globales, las interacciones océano-atmósfera, el nivel del mar, el ciclo del carbono del océano, los niveles de oxígeno y los medios de vida humanos, según los autores del estudio.
«El océano es nuestro centinela del calentamiento global, actuando como el mayor sumidero del calor excedente que se acumula en el sistema climático de la Tierra como resultado de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero», comenta Karina von Schuckmann, coautora del estudio.
La advertencia de los investigadores es seria: «Si no se hace nada para frenar el cambio climático, las perturbaciones, los cambios sin precedentes y sus costos, pérdidas y daños seguirán aumentando». Juzgan indispensable reducir ya las emisiones de gases de efecto invernadero.