Ventilar nuestra casa es algo que debemos hacer con frecuencia. Al margen de la época del año en la que estemos, es importante dejar que el aire limpio entre en nuestra casa para evitar la acumulación de bacterias y olores en el ambiente.
El problema llega con la bajada de las temperaturas y abrir las ventanas se dificulta. Ya no solo por el frío que pueda entrar del exterior sino también porque perdemos calefacción. Pero hay una serie de truquitos muy sencillos que te ayudarán a ventilar tu casa sin que se destemple.
- Evita las primeras o últimas horas e intentar ventilar a mediodía.
- Abriendo ventanas de zonas enfrentadas de la casa conseguirás un mayor flujo de aire y tardarás menos en que se renueve el aire.
- La humedad puede aumentar la sensación de frío y, además, provocar malos olores, por lo que recurrir a un deshumidificador puede ser muy buena idea.
- Abrir las cortinas para que entre el sol no solo hace que la casa se caliente de manera natural, sino que contribuye a eliminar microorganismos.
- Si hace mucho frío, no es necesario que abras la ventana de par en par, con abrir una pequeña rendija durante unas horas el aire se renovará.