Las monjas cismáticas de Belorado no dejan de sorprender y lo han vuelto a hacer, tras un comunicado recogido por EL ESPAÑOL de Castilla y León, anunciando que “crearán el primer restaurante de clausura en España y avanzan en su deseo de emprender”.

“En un entorno donde la autonomía y la creatividad son fundamentales para las Monjas Clarisas de Belorado se han impuesto restricciones que afectan profundamente a su vida. Se les han bloqueado las cuentas y la representación legal de sus actividades de subsistencia básica, impidiendo su capacidad de emprender y aportar a la sociedad”, aseguran las religiosas.

Limitaciones, añaden, que “restringen su creatividad y obstaculizan cualquier posibilidad de progreso”. Informan también que “se les ha denegado la licencia de núcleo zoológico” a pesar de que “han criado y cuidado animales como perros, cerditos y pollitos” en algo “normal durante siglos en conventos y monasterios españoles”.

Explican también que “se les ha impedido participar en eventos culinarios de carácter divulgativo” y “se les han intervenido las cuentas bancarias” siendo “demandadas judicialmente”.

“Las monjas son, ante todo, emprendedoras, mujeres carismáticas y con iniciativa, pero nunca han cesado en su espíritu creativo y emprendedor, afirma Francisco Canals, jefe de prensa de las religiosas.

Por ello, y en su “constante carácter emprendedor a la búsqueda de soluciones frente a las limitaciones normativas” han decidido “alquilar un hotel de 1.600 euros mensuales y comprar un terreno destinado a la cría y cuidado de perros y otros animales”.

Además, las monjas Clarisas “tienen diversos proyectos relacionados con la cría y el entretenimiento de perros para mujeres maltratadas, formación de perros guía para colectivos desfavorecidos”.

Las monjas aclaran que “no han renunciado a Belorado” sino que “buscan fortalecer su comunidad”. Añaden que “cuentan con facturas urgentes que pagar y recursos muy limitados, lo que les ha llevado a explorar otra comunidad autónoma que encontrar esta solución temporal”.

Por eso han decidido “alquilar un hotel”, la Ribera del Chicu en Arriondas (Asturias) donde el marco normativo “sí que les permite elaborar sus famosos chocolates”.

Su proyecto incluye la gestión del núcleo zoológico, ubicado a poca distancia del hotel. Una parte de la comunidad, tres monjas, residirán en las habitaciones del establecimiento, mientras que la planta baja “se destinará a un restaurante de clausura”.

“Las propias monjas se encargarán de la cocina, mientras que el personal atenderá a mesas y clientes preservando así su clausura. El restaurante ofrecerá una combinación de platos tradicionales asturianos junto con recetas propias de las Clarisas, otorgando un papel especial a la repostería, magdalenas y chocolates de las monjas de Belorado”, finalizan.

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