El Gobierno Central de Pedro Sánchez fuerza al Ejecutivo de Marga Prohens a crear un canal externo de denuncias sobre posibles ilegalidades tras el cierre de la Oficina Anticorrupción en Baleares. Así queda reflejado en el acuerdo de la comisión bilateral entre el Estado y la Comunidad Autónoma publicado en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOE). Una resolución donde Madrid avala la supresión de la oficina y renuncia a llevar esta cuestión al Constitucional, aunque remarca la necesidad de constituir un espacio para que las personas informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción.

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