Tras la pausa acometida en su reunión de diciembre, la previsión es que el Banco de Inglaterra (BoE) reanude su ciclo de recorte de los tipos de interés y los baje en 25 puntos básicos, hasta el 4,5%. En este encuentro, el organismo tendrá que tener en cuenta en su decisión un elemento de riesgo externo: la amenaza de aranceles de Donald Trump. Además, parece probable que revise a la baja las proyecciones de crecimiento de Reino Unido.

Este jueves 6 de febrero, el BoE celebra su primera reunión de política monetaria del año. En ella, se espera que ocho miembros voten a favor de bajar los tipos de interés y que uno lo haga en contra. Los analistas creen que el estancamiento de la economía, la caída del empleo y la perspectiva de una menor inflación en el sector de servicios dan sobradas razones para continuar relajando la política. Además, a estos factores se suma la incertidumbre ante las acciones de la nueva administración estadounidense.

«Probablemente, por primera vez desde 2022, el BoE tendrá que poner las condiciones externas en el centro de su análisis de políticas», destacan en BNY. Creen que hay dos aspectos clave que el organismo debe tener en cuenta al modelar el impacto de los aranceles de Trump: «El más inmediato es que, si EEUU lanza aranceles contra la Unión Europea (UE), el riesgo de que el crecimiento disminuya de manera sustancial no solo en el continente sino también en Irlanda será significativo para la economía de Reino Unido«.

Además, «si los aranceles estadounidenses conducen a una reducción directa de la demanda de bienes intermedios que se reexportan a EEUU, así como de bienes terminados, debido a una menor demanda final en la UE como resultado de un crecimiento más débil, el impacto en el crecimiento de la economía de Reino Unido será significativo«.

«En segundo lugar, y más importante, la naturaleza de las exportaciones manufactureras de Reino Unido a EEUU significa que el país está especialmente expuesto a los aranceles sobre los bienes manufactureros de alto valor agregado», añaden. Esperan que el Comité de Política Monetaria se alinee con la mayoría de las evaluaciones de los socios clave de EEUU de que la pérdida de demanda ejercería un mayor riesgo a la baja sobre los precios y justificaría una flexibilización adicional.

En su opinión, un recorte de tipos por parte del BoE por trimestre «es el ritmo adecuado, pero los riesgos serán de una flexibilización adicional debido al alto punto de partida tanto de los tipos como de los factores de inflación relevantes». Sin embargo, los analistas de ING dudan que el organismo británico ofrezca demasiadas pistas sobre lo que vendrá después del encuentro de este jueves.

Coinciden en que «está muy claro» que el BoE espera recortes trimestrales durante el resto de este año. «Ese es nuestro escenario base». Pero «un mercado laboral inestable y la perspectiva de una menor inflación en el sector de servicios corren el riesgo de empujar al BoE a tomar medidas más agresivas«. Prevén que en la declaración de política monetaria simplemente reitere que es probable que haya más flexibilización gradual, sin hacer comentarios sobre el momento oportuno. «Cuatro recortes de tipos este año parecen ser el escenario base del banco. Y esa es nuestra opinión también».

Mientras, para Berenberg, junto con la esperada reducción de 25 puntos básicos, el BoE podría insinuar que podría bajar los tipos de interés nuevamente en marzo. «Hasta ahora, ha recortado en reuniones alternas, pero el estancamiento de la economía y la caída del empleo justifican una acción más urgente», aseguran, añadiendo que «existe el riesgo de que el BoE reduzca los tipos más rápido de lo que prevemos en el corto plazo. Sin embargo, seguimos pensando que tendrá que dejar de bajar los tipos de interés en la segunda mitad del año«.

«Esperamos que el BoE recorte el tipo de interés en 25 puntos básicos hasta el 4,5% el jueves y deje la puerta abierta a una mayor reducción de la restricción de la política monetaria, aunque el entorno de estanflación persistirá por el momento», exponen en Generali Investments.

Consideran que los datos apoyan un recorte en febrero, «pero es probable que los riesgos de persistencia de la inflación dominen el pensamiento del BoE por el momento y les obliguen a mantener una orientación gradual. No esperamos todavía una inclinación ‘dovish decisiva’. Para que eso ocurra tendríamos que ver un crecimiento sostenido y una debilidad del mercado laboral».

Además de la decisión sobre los tipos, el organismo británico también actualizará sus proyecciones sobre la economía de Reino Unido y la previsión es que revisará a la baja el crecimiento y la inflación. En Berenberg vaticinan que la proyección del Producto Interior Bruto (PIB) para 2025 pasará del 1,5% interanual al 1% y que la de la inflación para el primer trimestre de 2027 irá del 2,1% interanual a alrededor del 1,7%.

«Una previsión de inflación por debajo del 2% en dos años es una señal de que se necesita una política más laxa», reiteran. «Se prevé que el crecimiento se revise a la baja, en parte porque los datos recientes han sido mediocres», comentan en ING, que calculan que, si bien el BoE había previsto anteriormente un crecimiento de 2025 del 1,5%, podría revisarse a la baja hasta alrededor del 1%.

Sobre la inflación, explican que la cifra clave es la que se prevé para dentro de dos años, horizonte en el que la política monetaria tiene su mayor impacto. «Es probable que se sitúe en el 2% o por debajo de él, tras haber sido ligeramente superior en noviembre. En teoría, eso nos indica que el banco cree que las expectativas sobre los tipos son demasiado altas para que la inflación alcance el objetivo», afirman.

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